sábado, 27 de marzo de 2010

DISFRUTA DE LA SIGUIENTE PRÈDICA.....

EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

La cruz, instrumento de muerte, signo de ignominia y maldición, es por Dios exaltada y se convierte en signo e instrumento de amor, de bendición y salvación.
La cruz deja de ser oscura para ser gloriosa, victoriosa. Cristo en la cruz vence. Cristo reina, Cristo impera.
La cruz es luminosa porque está iluminada por la Resurrección. Es luminosa como luminosa es la Eucaristía.
Eucaristía, cruz y Resurrección están unidas. Eucaristía es el don que el Señor hace de sí mismo el Jueves Santo. Es el don que anticipa el sacrificio suyo del Viernes. Don y misterio es la Eucaristía, que vienen del Corazón de Jesús como vienen el don y misterio del sacerdocio que nace junto con ella.
No hay Eucaristía sin sacerdocio así como no hay sacerdocio sin Eucaristía.
La cruz es la del Viernes Santo, la del sacrificio, voluntariamente aceptado, del Señor por nuestra salvación.
La Resurrección en la noche del sábado al domingo, es de donde irradia el Señor su gloriosa victoria sobre la muerte.
Éste es el Triduo Pascual: Eucaristía, Cruz y Resurrección. Todo el Triduo Pascual está contenido en la Misa. Por eso, cuando el sacerdote besa el altar al ingresar para celebrar la Misa, está al mismo tiempo, besando la mesa del banquete, la cruz del sacrificio y la losa del sepulcro de la Resurrección.
La Eucaristía es sacramento (signo visible y eficaz) de comunión (primero con Dios, luego con los que participan de la misma celebración y finalmente con todos los hombres); es sacramento-sacrificio, y sacramento-presencia. Presencia gloriosa del Resucitado, eterno y presente, victorioso en la Eucaristía.
El Señor dijo que cuando fuese alzado atraería a todos hacia él. El evangelista dice que se refería a la cruz. Cuando fuese alzado en la cruz. Pero, también podemos decir que cuando adoramos al Santísimo, lo estamos alzando –con nuestra fe y nuestro amor- en gloria y por nuestra adoración, por esa exposición en exaltación del Santísimo Sacramento, el Señor atrae a otros también a sí en adoración. Esta es la experiencia de la Adoración Eucarística Perpetua.
La Adoración Eucarística Perpetua es la adoración a Jesucristo, que es Dios, presente en la Eucaristía, día y noche, todos los días del año.
A adorarlo, día y noche, vienen personas de todas las edades, condiciones, historias. Algunas de muy lejos en la geografía y en la historia personal. Algunos que han sido ateos y que de pronto se sienten interpelados, como aquel médico agnóstico que, según le contaba a su obispo, fue a ver qué había en la capilla que la gente se sucedía día y noche y según le contaban se estaban en silencio. Fue así como después de haber visto y sentido aquella presencia le confesaba al obispo, desde aquella vez no dejó de asistir a la capilla. Se levantaba media hora antes para visitar al Santísimo. Como aquella otra señora que dejó un escueto testimonio en Prato, Italia, diciendo que hacía más de diez años que no ponía un pie en una iglesia católica. Si alguna vez lo había hecho, agregaba, había sido por alguna visita artística. No sabía porqué estaba en ese momento allí, en la capilla, sólo que experimentaba mucha paz y creía en esa paz y quería buscarla. Evidentemente, sin quizás darse mucho cuenta de ello, esa señora había sido atraída por el Señor e iniciaba un camino de conversión.
Sí, las personas suelen hacer grandes recorridos hasta llegar a una capilla de adoración perpetua: viajar muchos kilómetros, hacer varias horas de trayecto o venir por los caminos tortuosos de sus vidas. El Señor siempre anula distancias. Tanto las acorta y anula que nos conduce a la unidad. La Eucaristía es sacramento de unidad. Y de unidad a veces inimaginable para nosotros. Hoy, por ejemplo, en Rumania, en la ciudad de Timisoara, están juntos adorando al Señor en el Santísimo Sacramento, en el mismo lugar, greco católicos, romano católicos y ortodoxos.
Jesucristo es el Cordero inocente que nos rescata de la muerte, de toda muerte. Es quien quita el pecado del mundo. Él es el Verbo eterno, Dios que se hizo hombre en María y que se rebajó hasta aceptar morir en la cruz, asumiendo el pecado del mundo. Por eso, el Padre lo exaltó y le dio el nombre-sobre-todo-nombre para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble.
Nuestras rodillas se doblan en adoración y adoración perpetua. Porque digno es el Cordero de recibir el honor, la gloria, el poder,... la adoración… día y noche… en la tierra como la recibe en el cielo.
Adorarlo sin interrupción es algo que podemos hacer comunitariamente. Si cada uno se hace disponible para tomar una hora semanal, entonces podremos cubrir todas las horas de la semana y tener la adoración perpetua.
En la adoración y mediante la adoración sin interrupción, nosotros lo reconocemos como nuestro Dios y Señor, digno de ser eternamente adorado y amado, y Él manifiesta su poder.
Sabemos, por nuestra fe, que tras el velo eucarístico está Dios Todopoderoso capaz de cambiarnos y de cambiar al mundo. Y mientras nosotros lo adoramos Él nos bendice. Nos bendice y nos sana de toda mordedura del mal que nos infligen, o nos auto infligimos. Nos da el Señor la paz, la alegría que nadie más que Él puede darnos. Nos brinda su protección preservándonos del mal. Ante su presencia crecemos espiritualmente y aprendemos a amar.
A los que rechazaron el maná Dios los maldijo. Nosotros damos testimonios de nuestra fe y de nuestro amor y Él nos da la vida eterna.
Adoremos la Eucaristía, veneremos la cruz. Hoy más que nunca cuando, por una parte, quieren como signo arrojarla fuera de la vida de las sociedades o degradarla en modas infames, y cuando es rechazada como signo de sacrificio por sociedades hedonistas. Que la cruz, como símbolo, vuelva a sacralizar la vida en todo el mundo, que sea respetada y venerada. Que la adoración de la presencia de Cristo y también de su sacrificio redentor nos haga volver la mirada sobre Aquél a quien han traspasado y Aquél que se dejó matar por amor.



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Domingo de Ramos


.Para los cristianos, el Domingo de Ramos es el primer día de la Semana Santa, período en que conmemoran la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Se inicia rememorando la Entrada de Jesús en Jerusalén. La fecha de celebración varía cada año, siempre en el entorno de los meses de marzo y abril.
En la Semana Santa se celebran los misterios de salvación realizados por Cristo en los últimos días desde su entrada mesiánica en la ciudad de Jerusalén.
La semana santa comienza con el domingo de Ramos de la Pasión Señor, que une el triunfo de Cristo -aclamado como Mesías por los habitantes de Jerusalén y hoy en el rito de la procesión de las palmas por los cristianos- y el anuncio de la pasión, con la proclamación de la narración evangélica en la Misa.
Los ramos no son algo así como un talismán o un simple objeto bendito, sino el signo de la participación gozosa en el rito procesional, expresión de la fe de la Iglesia en Cristo, Mesías y Señor, que va hacia la muerte para la salvación de todos los hombres. Por eso, este domingo tiene un doble carácter, de gloria y de sufrimiento, que es lo propio del Misterio Pascual.
Los días que van hasta el Jueves Santo pertenecen al tiempo cuaresmal, pero están caracterizados por los últimos acontecimientos de la vida del Señor, con exclusión de otras celebraciones.
En la mañana del Jueves Santo (o en otro día cercano), el obispo celebra, junto con su presbiterio, la Misa Crismal o de los Santos Oleos, en la que se bendicen los óleos que se usarán para la celebración de los sacramentos.

miércoles, 24 de marzo de 2010

MI TESTIMONIO:de vida por la oración

Quiero por este medio, dar un testimonio de vida por la oración.
Resulta que hace año y medio cumplí diez años en la empresa donde trabajaba y me sacaron. De allí salí con una hernia discal y varias vértebras atrofiadas, la cadera descuadrada e igualmente la pelvis.
Se pensaba que era tan sólo cosa de nervios. En fin, me vieron muy buenos médicos y llegaron a la conclusión de que el remedio era la operación, porque las terapias tan sólo me iban a enseñar a convivir con el problema.
Cuando el neurocirujano me explicó, le contesté, que yo tenía el mejor de los médicos. Él replicó -¿cuál?- Y yo le dije: -Dios, yo sé que Él puede curarme y que no tengo necesidad de operación-.
Empecé a levantarme a las cinco de la mañana a rezar el rosario y con la Biblia abierta en los salmos, colocaba la mano y con cada decena del rosario, leía un salmo, con la seguridad de obtener la sanación.
Una noche me acosté reclamándole a Dios por qué no me había concedido un esposo, ya que he rechazado todo hombre que sea casado. Le dije: -Creo Señor, que tú no quieres eso para mi ¿verdad?-
Pues bien, en sueños, Él puso el mundo a mis pies y me mostraba como lo destruía con llamas de fuego. ¡Era impresionante! Me decía: -Mira, por el adulterio… mira, por las hechicerías…- era tan impresionante, que yo le pregunté si era yo o mi familia y que debía hacer. Él seguía destruyendo y me dijo: -Ora y repara-. Como yo no entendía en ese momento, le dije: -Señor, haz tu voluntad-. Me arrodillé con la frente en el suelo y la mano de Dios con la que estaba quemando al mundo, esa misma mano pasó por mi columna y me oprimió en la cadera. Me desperté sudando. Lloraba del susto, pero no entendía. Le rogué que me dejara dormir y que al otro día yo buscaría la explicación.
Así que me levanté y fui a la eucaristía y hablé con el sacerdote, quien me explicó que el Señor quería que yo orara por todos los que comenten adulterio y acuden a la hechicería.
Después de esa noche tenía terapia y además cita con el neurocirujano. Ellos, después de revisarme, no podían entender dónde estaba la gran hernia que antes habían descubierto. Como no se convencían, me enviaron a medicina nuclear y después de otras tantas radiografías, el médico exclamó: -Definitivamente aquí hubo una mano milagrosa-. Sí -le contesté yo- la mano de Dios. El médico me dijo: -Le creo, porque no era posible que se desapareciera con tan sólo unas terapias-.
Esto, hermanos en la fe, muestra que la fe mueve montañas. En este momento, le pido a Dios me conceda una fe semejante, para esperar me dispense un buen trabajo y un buen esposo.
Mil gracias por sus oraciones y que Jesús y Maria los sigan bendiciendo.
-Elsa Maria-

Oración: "Cristo Del Calvario"



Hoy, he venido oh, Cristo del Calvario,

A rogarte por mi cuerpo enfermo,

Pero, al verte, mis ojos van y vienen,

De tu cuerpo a mi cuerpo, con vergüenza,

¿Cómo quejarme de mis pies cansados,

cuando veo los tuyos por los clavos traspasados?

¿Cómo mostrarte mis manos vacías, viendo las tuyas llenas de heridas?

¿Cómo hablarte a Ti de mi soledad, cuando sólo y abandonado en la Cruz clavado estás?

¿Cómo explicarte que vivo sin amor,

si Tú tienes rasgado el corazón?

ahora, ya no me acuerdo de mis penas,

huyó de mí toda dolencia,

el ímpetu del ruego que traía,

se ahoga en mi boca pedigüeña,

ya sólo Te pido no pedirte nada,

estar aquí un rato a Tu lado,junto a tu imagen, …en la Cruz clavado.

martes, 23 de marzo de 2010

Continúa el malestar en Irlanda por la carta papal sobre abusos sexuales


La carta pastoral a los irlandeses del Papa Benedicto XVI continúa levantando hoy ampollas entre la sociedad de este país por su fracaso al abordar aspectos claves de los abusos sexuales contra menores cometidos por sacerdotes católicos en la isla.

La misiva, publicada por el Vaticano hace dos días, fue leída en todas las misas oficiadas este domingo en las iglesias de la República de Irlanda e Irlanda del Norte, coincidiendo con la confesión del obispo de Clogher, Joseph Duffy, quien reconoció haber ocultado los abusos de un sacerdote en su diócesis de Enniskillen (Irlanda del Norte) en 1989.

La admisión de Duffy sigue a las efectuadas en el mismo sentido la pasada semana por el obispo de Derry, Seamus Hegarty, y el primado de la Iglesia Católica irlandesa, el cardenal Séan Brady, quienes, no obstante, se han negado a dimitir a menos que se lo pida el propio Papa.

En este sentido, el principal partido de la oposición en el Parlamento de Dublín, el conservador Fine Gael, volvió a denunciar hoy la "interferencia" de la Santa Sede en los asuntos internos de un Estado soberano al negarse a cooperar con las autoridades que investigaron los abusos sexuales.

Un portavoz de esa formación recordó hoy que el arzobispo Giuseppe Leanza, nuncio del Papa en Irlanda, entorpeció el trabajo de la Comisión Investigadora sobre Abusos a Menores que publicó el pasado noviembre el llamado "Informe Murphy".

Aquel texto reveló que la Iglesia Católica irlandesa gozó de inmunidad durante décadas para ocultar, en connivencia con el Estado, los abusos sexuales contra menores cometidos por curas de la diócesis de Dublín, la más importante del país.

Después de seis años de investigación, la Comisión lamentó la falta de cooperación del Vaticano, a pesar de que lo solicitó por escrito en 2006 a la Congregación para la Doctrina de la Fe, institución que presidió el propio Papa Benedicto XVI, entonces cardenal Joseph Ratzinger.

Además de señalar a varios obispos y obispos auxiliares como responsables de los encubrimientos, el informe reveló que la Congregación para la Doctrina de la Fe no respondió a las solicitudes porque, según ésta, no "seguían los apropiados conductos diplomáticos", a pesar de que Leanza ha reconocido que recibió de la Comisión varias cartas, extractos del documento e información concreta sobre un supuesto sacerdote pederasta.

"No consideramos aceptable que el Vaticano use su autoridad eclesiástica para interferir en los asuntos internos de este estado y que invoque los protocolos diplomáticos cuando le convenga, que oculte información a una comisión gubernamental", recalcó el portavoz de Asuntos de Infancia del Fine Gael, Alan Shatter.Los grupos de víctimas volvieron a declararse hoy decepcionados por la Carta papal, en la que el Papa, dicen, se olvida de la responsabilidad del Vaticano y de la jerarquía católica irlandesa en los abusos sexuales de menores al dirigir principalmente sus críticas hacia los curas de bajo rango.

Otra víctima de los abusos, Michael O'Brien, opinó hoy que Benedicto XVI no entiende la magnitud del problema cuando en su epístola propone a los católicos irlandeses que durante los próximos doce meses ofrezcan el ayuno, las oraciones y las obras de misericordia para la renovación de la Iglesia de ese país."Si lo entendiera -dijo-, su carta hubiese sido totalmente diferente.

La tengo aquí, en mis manos, y el hombre se pone a pedir a la gente que ayune, que use los viernes para esto, aquello y la otra cosa por el bien de la Iglesia".

lunes, 15 de marzo de 2010

PRESENTAMOS A LOS INTEGRANTES DE UN GRUPO, DE ORACIÓN DE JÓVENES.

ESTAS FOTOS LAS SACAMOS EL DIA DE LAS ELECIONES DEL GRUPO.
PERTENECECEN AL GRUPO DE ORACIÓN! JESUS NAZARENO" DE BARRIO CASTAÑARES. PQUIA: SAGRADO CORAZÓN DE JESUS.

ELLOS SE REUNEN LOS SÁBADOS A HS 21.00 EN EL TEMPLO.



LES PRESENTO A JUAN CARLOS. EL SERVIDOR DEL GRUPO. ¡ BENDICIONES PARA TU SERVICIO JN CA!!!




DIA DE LAS ELECCIONES. GRACIAS POR PARTICIPAR CHICOS!



COMO HACER LA ORACIÓN PERSONAL

Selecciona el momento mejor para tu oración personal e inclúyelo en tu horario. Deja que sea el mejor momento, cuando la somnolencia, el cansancio o las llamadas del exterior no te perturben. Para la mayoría de la gente temprano por la mañana es el mejor momento. Intenta cada día, orar a una hora fija para que se pueda convertir en un hábito en ti. ¡Qué maravilloso es poderse encontrar con el Señor a la misma hora cada día!.
La oración personal no es recitar oraciones de libros piadosos, no es recitar el rosario, o leer la Biblia, no es el momento de rezar por otros, no es rezar ante una imagen o una estatua. Sois tú y tu Dios solos; es cerrar la puerta de tus ojos y oídos y entrar en el santuario de tu corazón en donde te encuentras con el Padre y el Hijo a través del Espíritu Santo. Es bueno alabar y agradecer a Dios durante algún tiempo al empezar la oración personal. ¡Donde hay alabanza allí está Dios! Entra en Su presencia con alabanza y agradecimiento. Haz mucha alabanza y agradecimiento durante tu oración. Las alabanzas te mantendrán alejado de distracciones y vínculos que provienen del maligno.
Una vez que estés en Su presencia entrégate a ti mismo a El con pequeñas canciones como "Padre yo te adoro, coloco mi vida ante Ti (Hijo y Espíritu)”. Cualquiera que está en la presencia del Señor, sentirá su indignidad y su falta de santidad para estar ante Su Santa y Todopoderosa Presencia. Por lo tanto, se debe pasar un poco de tiempo pidiéndole a Dios perdón y misericordia por los pecados cometidos.
Tienes que experimentar el compasivo y misericordioso Corazón de Jesús desde donde el Agua Viva fluye a tu corazón lavándote, purificándote y dándote un corazón nuevo (Ez 36:26). Después de recibir Su perdón y después de haberte reconciliado con Dios y habiendo perdonado todo, tienes que otra vez dar gracias y alabar a Dios por Su bondad contigo. Perdona a cada uno y reconcíliate con todos en tu corazón (Mc. 11:25)
Dedica un tiempo pidiéndole al Señor que te cure de tus heridas del corazón, las pasadas y las presentes. Llévale al Señor todos los recuerdos que te hieren y cúrate a través de las heridas de Cristo. Por sus heridas hemos sido curados (I Ped 2:24). Presenta tus sentimientos heridos, tus sentimientos de rechazo, desamor, temor, ansiedad, complejo de la inferioridad, etc. delante de las heridas del Señor y reclama tu curación del corazón. Preséntale las cicatrices de tus pecados pasados, culpa, tristeza, etc. y obtén una profunda paz y alegría en tu interior. En este momento precioso de gracia libérate de todos los malos hábitos y deseos de la carne para que durante el día no seas conquistado por el pecado. Oirás a Jesús decir en tu corazón, "Te basta Mi gracia" (II Cor 12:9). Durante este tiempo puedes pedir también tus propias curaciones físicas si ése fuese el caso.
Después de haber obtenido una vida nueva en Jesús a través del arrepentimiento y la curación interior entrega todo tu ser al Señor, tu corazón, tu mente, y cada parte de tu cuerpo, tus planes, tus deseos, tu trabajo, tu dinero, tus programas, tu viaje, tus relaciones, etc. (Rom 6: 12-19). Puedes cantar en tu corazón una buena canción de entrega como por ejemplo "Todo a Jesús le entrego”. Junto con la entrega de todo tu ser debes pedirle al Espíritu Santo que te llene con poder y gracia. Puedes cantar una pequeña canción al Espíritu Santo. Abre tu corazón al Espíritu y recibe el Espíritu con todos los frutos, dones y carismas (Gal 5: 22-23; Is 11: 2; I Cor 12: 4-10).
Este debe ser el momento más hermoso de tu oración personal. Aquí tendrás varias experiencias de Dios, como el Agua Viva fluyendo a través de ti con amor, paz y alegría. También puedes experimentar la presencia del Señor en ti con manifestaciones espirituales y emocionales. Puedes, aquí, tener visiones; quizá puedas oír al Señor que te habla, dándote guía y dirección. Si le has presentado un problema, tendrás definitivamente una respuesta. Mediante esta percepción, revelaciones, palabras del Espíritu dentro de ti, oirás al Espíritu que te dice "haz esto, no hagas eso, vete por aquí, no vayas por ahí, etc. Durante esta parte que es la más importante de tu oración personal, entras en una amistad personal con El. Aquí puedes contarle lo que quieras como un hermano o un amigo (Jn 15: 15).
Establece intimidad con el Señor en tu corazón. Durante este tiempo puedes tomar decisiones con el Señor para ese día, para que todo lo que hagas sea según Su voluntad y plan. Si el Señor te dice que no hagas ciertas cosas como alterar tus planes, séle obediente. Llénate con tanta gracia como te sea posible para que puedas caminar en Su gracia y amor. Dale muchas gracias y alabanza en Su Presencia dulce y amorosa. Si pasas bien el tiempo con el Señor, no sabrás cómo se te ha ido el tiempo tan rápido con el Señor. Cuándo finalices la oración puedes hacer el signo de la Cruz en la parte importante de tu cuerpo y encomendarte a la Sangre de Cristo para tu protección y cuidado. Así con mucha gracia y amor de Dios harás los trabajos del día con mucha paz y la alegría. Si oras así verás muchas bendiciones del Señor diariamente en tu vida y verás que el Espíritu te guía.
Para bajate el documento en PDF a tu ordenador

Aprender a orar - Guía rápida
(Fray Nelson Medina O.P.)
1. Comienza por saber escuchar. El Cielo emite noche y día.2. No ores para que Dios realice tus planes, sino para que tú interpretes los planes de Dios.3. Pero no olvides que la fuerza de tu debilidad es la oración. Cristo dijo: “Pedid y recibiréis”4. El pedir tiene su técnica. Hazlo atento, humilde, confiado, insistente y unido a Cristo.5. ¿No sabes qué decirle a Dios? Háblale de lo que interesa a los dos. Muchas veces. Y a solas.6. No conviertas tu oración en un monólogo, harías a Dios autor de tus propios pensamientos.7. Cuando ores no seas ni engreído, ni demasiado humilde. Con Dios no valen trucos. Sé cual eres.8. ¿Y las distracciones involuntarias? Descuida. Dios, y el sol, broncean con solo ponerse delante.9. Si alguna vez piensas que cuando hablas a Dios Él no te responde… lee la Biblia.10. No hables más de “ratos de oración”; ten “vida de oración”.

lunes, 8 de marzo de 2010

8 DE MARZO: Día Internacional de la Mujer



El Día Internacional de la Mujer Trabajadora (o también Día Internacional de la Mujer) se celebra el día 8 de marzo y está reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En este día se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona. Es fiesta nacional en algunos países.
La idea de un día internacional de la mujer surgió al final del
siglo XIX, en plena revolución industrial y durante el auge del movimiento obrero. La celebración recoge una lucha ya emprendida en la antigua Grecia por Lisístrata, quien empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra, y que se vio reflejada en la Revolución francesa: las mujeres parisienses, que pedían "libertad, igualdad y fraternidad", marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino, pero no fue sino hasta los primeros años del siglo XX cuando se comenzó a proclamar, desde diferentes organizaciones internacionales de izquierda, la celebración de una jornada de lucha específica para la mujer y sus derechos.