domingo, 31 de julio de 2011

Evangelio de fin de semana

¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
domingo 31 Julio 2011
XVIII Domingo del Tiempo Ordinario A. Santo(s) del día : San Ignacio de Loyola, San Fabio, África.
Evangelio según San Mateo 14,13-21.
 Al enterarse de eso, Jesús se alejó en una barca a un lugar desierto para estar a solas. Apenas lo supo la gente, dejó las ciudades y lo siguió a pie. Cuando desembarcó, Jesús vio una gran muchedumbre y, compadeciéndose de ella, curó a los enfermos.
Al atardecer, los discípulos se acercaron y le dijeron: "Este es un lugar desierto y ya se hace tarde; despide a la multitud para que vaya a las ciudades a comprarse alimentos". Pero Jesús les dijo: "No es necesario que se vayan, denles de comer ustedes mismos". Ellos respondieron: "Aquí no tenemos más que cinco panes y dos pescados". "Tráiganmelos aquí", les dijo.Y después de ordenar a la multitud que se sentara sobre el pasto, tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes, los dio a sus discípulos, y ellos los distribuyeron entre la multitud.Todos comieron hasta saciarse y con los pedazos que sobraron se llenaron doce canastas. Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por : Papa Benedicto XVI
Sacramentum caritatis, 88
"Dadles vosotros de comer"
"El pan que yo daré es mi carne, para la vida del mundo" (Jn 6,51). Con estas palabras el Señor revela el verdadero significado del don de su propia vida por todos los hombres, mostrándonos así la profunda compasión que siente hacia toda persona. En efecto, de muchas maneras y en diversos pasajes, los evangelios nos narran los sentimientos de Jesús hacia los hombres, particularmente hacia las personas que sufren y hacia los pecadores. A través de un profundo sentimiento humano, expresa la intención salvífica de Dios para toda persona humana con el fin de que alcance la verdadera vida.
Toda celebración eucarística actualiza sacramentalmente el don que Jesús ha hecho de su propia vida en la cruz, por nosotros y por el mundo entero. Al mismo tiempo, en la eucaristía, Jesús hace de nosotros los testigos de la compasión de Dios por cada uno de nuestros hermanos y hermanas. Es alrededor del misterio eucarístico que nace el servicio de la caridad hacia el prójimo, el cual "consiste precisamente en el hecho de que yo amo también, en Dios y con Dios, a la persona que no aprecio e incluso que ni tan sólo conozco." Esto no se puede dar si no es a partir del encuentro íntimo con Dios, encuentro que llega a ser comunión de voluntad hasta llegar a tocar al sentimiento. Es entonces que aprendo a mirar a esta otra persona no sólo con mis ojos y mis sentimientos, sino según la mirada de Jesucristo». De esta manera reconozco, en las personas a las que me acerco, unos hermanos y hermanas por quienes el Señor ha dado su vida amándolos "hasta el extremo" (Jn 13, 1).
Por consiguiente, cuando nuestras comunidades celebran la eucaristía, deben hacerse cada vez más conscientes de que el sacrificio de Cristo es para todos, y que la eucaristía urge a toda persona que cree en él a hacerse "pan partido" por los demás y, por tanto, a comprometerse por un mundo más justo y más fraterno. Reflexionando en la multiplicación de los panes y los peces, debemos reconocer que, todavía hoy, Cristo continua exhortando a sus discípulos a comprometerse personalmente: "Dadles vosotros de comer". La vocación de cada uno de nosotros consiste realmente en ser, con Jesús, pan partido para la vida del mundo.

lunes, 25 de julio de 2011

EVANGELIO DE FIN DE SEMANA




¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68



domingo 24 Julio 2011
XVII Domingo del Tiempo Ordinario A



Santo(s) del día : San Francisco Solano

Evangelio según San Mateo 13,44-52.


El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.
El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas;
y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.
El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces.
Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve.
Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos,
para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.
¿Comprendieron todo esto?". "Sí", le respondieron.
Entonces agregó: "Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo".
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

Leer el comentario del Evangelio por : Orígenes (hacia 185-253), presbítero y teólogo
Comentario al evangelio de Mateo, 10, 9-10; GCS 10, 10-11
La perla de gran valor


Al hombre que «busca perlas finas» se le han de aplicar las siguientes palabras: «Buscad y hallaréis» y «El que busca, halla» (Mt 7, 7-8). En efecto ¿a qué se pueden referir las palabras «buscad» y «el que busca, halla»? Digámoslo sin dudar: a las perlas, y particularmente a la perla adquirida por el hombre que lo ha dado todo y lo ha perdido todo. Es por esta perla que Pablo dice: «He aceptado perderlo todo para así ganar a Cristo» (Flp 3,8). La palabra «todo» quiere significar las perlas de gran valor, y por la palabra «ganar a Cristo» significa la única perla de gran valor.
Seguramente que la lámpara es de gran valor para los que están en las tinieblas y tienen necesidad de ella hasta que amanezca el sol. Es de gran valor también la gloria que resplandecía en el rostro de Moisés (2C 3,7), y también, creo yo, sobre los demás profetas. Da gusto verla porque nos ayuda a progresar hasta que podamos contemplar la gloria de Cristo, de la cual el Padre da testimonio cuando dice: «Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto» (Mt 3,17). «Aquello que fue particularmente glorioso en otro tiempo, ya no lo es puesto que ahora hay una gloria que está por encima de todo» (2C 3,10). Tenemos necesidad, en un primer momento, de una gloria susceptible de desaparecer ante la «la gloria que está por encima de todo», tal como tenemos necesidad «de un conocimiento parcial» que «desaparecerá cuando obtenga el conocimiento perfecto» (1C 13,9s).
Así pues, toda alma que todavía se encuentra en la infancia y camina «hacia la perfección de los adultos» (Hb 6,1), tiene necesidad de ser enseñada, rodeada, acompañada hasta que alcance la «plenitud de los tiempos» (Gal 4,4)...Al fin llegará a su madurez y recibirá su patrimonio: la perla de gran valor, «aquello que es perfecto y hace desaparecer lo que es parcial» (1C 13,10). Llegará a este bien que está por encima de todo: el conocimiento de Cristo (Flp 3,8). Pero son muchos los que no comprenden la belleza de las numerosas perlas que tiene la Ley y el «conocimiento parcial» que ya habían dado a conocer todos los profetas; se imaginan, equivocadamente, que sin la Ley y los profetas, perfectamente comprendidos, podrían encontrar la única perla de gran valor...: la plena comprensión del Evangelio y todo el sentido de los actos y las palabras de Jesucristo.





domingo, 17 de julio de 2011

Evangelio de fin de semana

¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68

domingo 17 Julio 2011. XVI Domingo del Tiempo Ordinario A. Santo(s) del día : Santas Justa y Rufina, vírgenes y mártires

Evangelio según San Mateo 13,24-43.

Y les propuso otra parábola: "El Reino de los Cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras todos dormían vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo y se fue.Cuando creció el trigo y aparecieron las espigas, también apareció la cizaña. Los peones fueron a ver entonces al propietario y le dijeron: 'Señor, ¿no habías sembrado buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que ahora hay cizaña en él?'. El les respondió: 'Esto lo ha hecho algún enemigo'. Los peones replicaron: '¿Quieres que vayamos a arrancarla?'. 'No, les dijo el dueño, porque al arrancar la cizaña, corren el peligro de arrancar también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha, y entonces diré a los cosechadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en manojos para quemarla, y luego recojan el trigo en mi granero'". También les propuso otra parábola: "El Reino de los Cielos se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. En realidad, esta es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en un arbusto, de tal manera que los pájaros del cielo van a cobijarse en sus ramas".

Después les dijo esta otra parábola: "El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que una mujer mezcla con gran cantidad de harina, hasta que fermenta toda la masa". Todo esto lo decía Jesús a la muchedumbre por medio de parábolas, y no les hablaba sin parábolas, para que se cumpliera lo anunciado por el Profeta: Hablaré en parábolas, anunciaré cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo.

Entonces, dejando a la multitud, Jesús regresó a la casa; sus discípulos se acercaron y le dijeron: "Explícanos la parábola de la cizaña en el campo". El les respondió: "El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los que pertenecen al Reino; la cizaña son los que pertenecen al Maligno, y el enemigo que la siembra es el demonio; la cosecha es el fin del mundo y los cosechadores son los ángeles. Así como se arranca la cizaña y se la quema en el fuego, de la misma manera sucederá al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y estos quitarán de su Reino todos los escándalos y a los que hicieron el mal, y los arrojarán en el horno ardiente: allí habrá llanto y rechinar de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre. ¡El que tenga oídos, que oiga!

Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

Leer el comentario del Evangelio por : San Agustín (354-430), obispo de Hipona (África del Norte) y doctor de la Iglesia . Discurso sobre los salmos, Sal. 99, 8-9

«Los justos resplandecieron como el sol en el Reino de su Padre»

"Cuando esto que es perecedero en nosotros llegue a ser¬ imperecedero y cuando esto que es mortal se revista de inmortalidad» (1Co 15,54), entonces será la dulzura perfecta, el júbilo perfecto, la alabanza sin fin, el amor sin peligro... Y aquí abajo, ¿ no saborearemos ninguna alegría?. Sin duda, encontramos aquí abajo la alegría; disfrutamos aquí en la esperanza de una vida futura, una alegría con la que seremos plenamente saciados en el cielo.
Pero es necesario que el trigo tenga que soportar estar al lado de la cizaña Los granos están mezclados con la paja y la flor crece entre las espinas. En efecto, ¿quién dijo a la Iglesia? «Como la flor entre las espinas, así también mi amada en medio de las jóvenes» (Ct 2,2). «En medio de mis hijas», es decir, no entre las extranjeras. Oh Señor, ¿qué consolaciones nos das? ¿Qué consuelo? o bien ¿qué espanto? ¿Llamas espinas a tus propias hijas? Espinas son, responde, por su conducta, pero hijas por mis sacramentos...
Pero, entonces ¿dónde deberá refugiarse el cristiano, para no lamentarse en medio de los falsos hermanos? ¿Dónde irá? ¿Qué hará? ¿¬Huirá al desierto? Las oportunidades de caída le seguirán. ¿Se separará, el que va por buen camino por no soportar más a ninguno de sus semejantes? Pero, dime, a este, antes de su conversión, ¿ha podido soportarlo alguien? Si, por consiguiente, con el pretexto de que avanza, no quiere soportar a ninguna persona, por este hecho, es evidente que todavía no ha avanzado nada. Escuchad atentamente estas palabras: "Soportaos los unos a otros con amor. Procurad mantener la unidad en el Espíritu con el vínculo de la paz» (Ef 4,2-3). ¿No hay nada en ti, que otro no tenga que soportar?

martes, 12 de julio de 2011

Diario Vaticano presenta visión positiva de última película de Harry Potter

Entrando levemente en las controversias morales referidas al polémico mensaje de los siete tomos de la novela fantástica de Joanne K. Rowling, el diario vaticano L’Osservatore Romano presentó en su edición del 13 de julio una evaluación positiva de la última película final de la secuela de Harry Potter que se estrena esta semana a nivel mundial.
Gaetano Vallini escribe en LOR que "el final es épico, con una batalla digna de una saga del inigualable éxito planetario. El encuentro definitivo entre las fuerzas del bien y del mal es verdaderamente de sangre, en una atmósfera bastante oscura".
"Los apasionados por la saga ya lo saben todo: para ellos el tema de la cinta está en entender cuán fiel es esta última película al libro. Hasta ahora no se han lamentado y creemos que no tendrán motivo para hacerlo tampoco ahora".
El autor advierte sin embargo que "la atmósfera, que en los últimos episodios era cada vez más inquietante y tenebrosa, aquí llega al punto máximo con una Hogwarts reducida a un cúmulo de ruinas humeantes. Esto podrá no gustarle a todos, como sucedió sobre todo con el film anterior, creando malestar en los espectadores más pequeños. La muerte, que antes era un acontecimiento extraño, casi un accidente en el camino, aquí es protagonista".
"En el encuentro final se ve mucha sangre y mueren muchos: magos más o menos grandes, profesores más o menos expertos. Y también este aspecto cada vez más violento reúne los motivos para que no sea agradable o adaptable a todos".
Vallini sostiene sin embargo que "en la saga el mal no es nunca fascinante y tampoco al final de cuentas el maligno aparece más atractivo. Se confirma en vez de eso los valores de la amistad y el sacrificio, en una singular y larga novela de formación que –a través de etapas también dolorosas ante la muerte y la experiencia de la pérdida– ve al héroe y sus compañeros pasar de la alegre despreocupación de la infancia a la realidad compleja de la edad adulta".
Finalmente Vallini señala que "así se cierra entonces. Y para algunos, sobre todo para quienes nunca gustaron de la saga, será una especie de liberación".

domingo, 10 de julio de 2011

Evangelio de fin de semana

¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68.

domingo 10 Julio 2011. XV Domingo del Tiempo Ordinario A. Santo(s) del día : Santas Justa y Rufina, Santos Jenaro y Pelagia, mártires., San Sidronio, mártir, Sens, s. III.


Evangelio según San Mateo 13,1-23.


Aquel día, Jesús salió de la casa y se sentó a orillas del mar. Una gran multitud se reunió junto a él, de manera que debió subir a una barca y sentarse en ella, mientras la multitud permanecía en la costa. Entonces él les habló extensamente por medio de parábolas. Les decía: "El sembrador salió a sembrar. Al esparcir las semillas, algunas cayeron al borde del camino y los pájaros las comieron. Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotaron en seguida, porque la tierra era poco profunda; pero cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz, se secaron. Otras cayeron entre espinas, y estas, al crecer, las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta. ¡El que tenga oídos, que oiga!". Los discípulos se acercaron y le dijeron: "¿Por qué les hablas por medio de parábolas?". El les respondió: "A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. Porque a quien tiene, se le dará más todavía y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Por eso les hablo por medio de parábolas: porque miran y no ven, oyen y no escuchan ni entienden. Y así se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: Por más que oigan, no comprenderán, por más que vean, no conocerán, Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido, tienen tapados sus oídos y han cerrado sus ojos, para que sus ojos no vean, y sus oídos no oigan, y su corazón no comprenda, y no se conviertan, y yo no los cure. Felices, en cambio, los ojos de ustedes, porque ven; felices sus oídos, porque oyen. Les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron; oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron. Escuchen, entonces, lo que significa la parábola del sembrador. Cuando alguien oye la Palabra del Reino y no la comprende, viene el Maligno y arrebata lo que había sido sembrado en su corazón: este es el que recibió la semilla al borde del camino. El que la recibe en terreno pedregoso es el hombre que, al escuchar la Palabra, la acepta en seguida con alegría, pero no la deja echar raíces, porque es inconstante: en cuanto sobreviene una tribulación o una persecución a causa de la Palabra, inmediatamente sucumbe. El que recibe la semilla entre espinas es el hombre que escucha la Palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas la ahogan, y no puede dar fruto. Y el que la recibe en tierra fértil es el hombre que escucha la Palabra y la comprende. Este produce fruto, ya sea cien, ya sesenta, ya treinta por uno".

Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.


Leer el comentario del Evangelio por : San Cirilo de Jerusalén (313-350). Obispo y doctor de la Iglesia Catequesis bautismales, nº 18, 6; PG 38 1021

«Dichosos vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen»

Un árbol cortado vuelve a brotar. ¿No lo hará también un hombre que ha perdido su vida? Incluso lo que se ha cortado al segarlo se queda en las eras para que lo recojan. ¿Y no se quedará en la era el hombre que ha sido segado en este mundo? También los sarmientos de la vid y las ramas de otros árboles, cuando se cortan completamente y se trasplantan, cobran vida y reportan fruto. Y el hombre, por el cual son aquellas cosas, ¿no resurgirá aunque haya ido a parar a la tierra?


Si comparamos distintos trabajos o dificultades ¿qué es más, dar forma desde sus inicios a una estatua que antes no existía o restituírsela a una que la había perdido? El Dios que nos hizo de la nada, una vez que ya tuvimos existencia pero luego la perdimos, ¿no podrá de nuevo despertarnos a la vida? Si se desea, se siembra trigo o cualquier clase de semilla. Cuando la semilla cae, muere y se pudre: ya no sirve para alimento. Pero lo que se ha podrido brota de ahí como hierba y lo que al caer era pequeño se levanta ahora hermosísimo. Pero el trigo fue credo por causa nuestra, pues el trigo y otras semillas se hicieron no por sí mismos sino para nuestro uso. Y si las cosas que fueron hechas para nosotros reviven después de muertas, nosotros, por quien esas cosas se hicieron, ¿no resucitaremos después de muertos?

domingo, 3 de julio de 2011

Evangelio de fin de semana




¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
domingo 03 Julio 2011
XIV Domingo del Tiempo Ordinario A. Santo(s) del día : Santo Tomás Apóstol
Evangelio según San Mateo 11,25-30.


En esa oportunidad, Jesús dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños.
Sí, Padre, porque así lo has querido.
Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré.
Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio.
Porque mi yugo es suave y mi carga liviana".


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

Leer el comentario del Evangelio por : San Elredo de Rieval (1110-1167), monje Cisterciense
El espejo de la caridad, I, 30-31 (Traducción: P. Germán Díez Martínez, o.e.s.o.)

«Encontrareis vuestro descanso»


Por lo tanto, los que se quejan de la aspereza de este yugo, quizás es porque, o no abandonaron plenamente el gravísimo yugo de la concupiscencia mundana, o, abandonándolo, volvieron a tomarlo con mayor confusión suya... ¿Qué hay más dulce o qué más tranquilo que no angustiarse por los torpes movimientos de la carne...?
En fin, ¿qué hay tan próximo a la tranquilidad divina como no conmoverse por las injurias recibidas, ni asustarse por ningún daño o persecución; tener igual constancia en los sucesos prósperos que en los adversos y tratar igual al amigo y al enemigo, haciéndose semejante al que "hace salir su sol sobre buenos y malos, y deja caer la lluvia sobre justos e injustos»? (Mt 5,45).
Todo esto se encuentra en la caridad, y no se halla sino en la caridad. En ella está la verdadera tranquilidad, la verdadera suavidad, porque ella es el yugo del Señor, y si la tomamos invitados por el Señor, encontraremos descanso para nuestras almas, pues "el yugo del Señor es suave y ligera su carga». Por último, "la caridad es paciente, es benigna, no tiene celos, no obra mal, no se infla, no es ambiciosa" (1Co 13,4-5).
Las demás virtudes son para nosotros, o como vehículo para el cansado, o como viático para el caminante, o como linterna para alumbrar en la oscuridad, o como arma para los que luchan; mas la caridad, aunque como las restantes virtudes es necesaria para todos, sin embargo, es descanso en especial para el fatigado, morada para el caminante, plenitud de claridad para el que llega y perfecta corona para el vencedor.



sábado, 2 de julio de 2011

YA CUMPLIMOSSSSSSSSSSSSS!!!!!!!!!!!!!!

GRACIAS!!!!!. 
 A NUESTROS SEGUIDORES, A QUIENES DIA A DIA NOS VISITAN Y YA SON PARTE IMPORTANTE LES DECIMOS : FELICIDADES!!!!

viernes, 1 de julio de 2011

En 60 años todo cambió excepto fidelidad de Dios, dice el Papa



Los miembros del Colegio Cardenalicio ofrecieron hoy al Papa Benedicto XVI un almuerzo en la Sala Ducal en el Vaticano para celebrar el 60 aniversario de su ordenación sacerdotal. A ellos el Santo Padre le dijo que en estos 60 años todo ha cambiado, "excepto la fidelidad del Señor".

El Papa Benedicto XVI celebró sus 60 años de sacerdote el 29 de junio, Solemnidad de San Pedro y San Pablo, con una Eucaristía en la Plaza de San Pedro en la que recordó con emoción su ordenación realizada en 1951 en la Catedral de Fresing (Alemania) en 1951 con su hermano mayor Georg.

Según informa Radio Vaticano, al final del almuerzo el Cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio resaltó que son pocos los Papas que han llegado al 60 aniversario del sacerdocio, y en esta ocasión los purpurados le han ofrecido un donativo para los pobres de la ciudad, considerando las urgentes necesidades de tantos romanos, inmigrantes y refugiados.

Benedicto XVI agradeció este gesto destinado a los pobres "que necesitan nuestra ayuda, nuestra asistencia y nuestro amor". El Pontífice ha definido este momento como "una hora de gratitud al Señor, por todo lo que me ha donado y perdonado en estos años, pero también un momento dedicado al recuerdo".

De esta forma el Papa ha recordado cómo en 1951 "el mundo era totalmente distinto, no había televisión, ni Internet, no había ordenadores, ni teléfonos móviles". Un mundo prehistórico, dijo luego, donde las ciudades estaban destruidas, igual que la economía, y una gran pobreza material y espiritual.

Sin embargo, el Santo Padre subrayó la existencia, al mismo tiempo, de "una poderosa energía y voluntad de reconstruir el país, renovar la comunidad europea sobre la base de la fe".

También ha recordado el Papa el posterior momento del Concilio Vaticano II, "donde todas estas esperanzas parecían realizarse" y el momento de la revolución cultural de 1968, "años difíciles en los que la barca del Señor parecía llenarse de agua y estar a punto de hundirse".

Finalmente Benedicto XVI ha regresado con la memoria a la "hora totalmente inesperada del 19 de abril de 2005, cuando el Señor me ha llamado para otra labor".

En estos 60 años, precisó, "casi todo ha cambiado, pero ha permanecido la fidelidad del Señor".

En la homilía de la Misa en que celebró este aniversario, el Papa recordó las palabras de Jesús "ya no los llamo siervos, sino amigos" y dijo que 60 años después de su ordenación "siento todavía resonar en mi interior estas palabras de Jesús, que nuestro gran Arzobispo, el Cardenal Faulhaber, con la voz ya un poco débil pero firme, nos dirigió a los nuevos sacerdotes al final de la ceremonia"

El encargado de conferir las órdenes sagradas al futuro Papa el 29 de junio de 1951 fue el Cardenal Michael von Faulhaber, biblista y especialista en patrística, Arzobispo de Munich y Freising (Alemania) y uno de los más valientes críticos del régimen nazi.

La Congregación para el Clero exhortó a todos los católicos del mundo, especialmente a los sacerdotes, a dedicar 60 horas de adoración eucarística para rezar por el Papa, una hora por cada año de sacerdocio.