lunes, 31 de diciembre de 2012
domingo, 30 de diciembre de 2012
EL EVANGELIO Y SU PENSAMIENTO
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
domingo 30 Diciembre 2012
Fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José
Santo(s) del día : Beata Colonna
Evangelio según San Lucas 2,41-52.
Sus padres iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua.
Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre,
y acabada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta.
Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos.
Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él.
Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas.
Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: "Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados".
Jesús les respondió: "¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?".
Ellos no entendieron lo que les decía.
El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón.
Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia delante de Dios y de los hombres.
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
Orígenes (c. 185-253), sacerdote y teólogo
Homilía sobre el evangelio de Lucas, n° 18; SC 87
“A los tres días encontraron a Jesús en el templo”
A la edad de doce años, Jesús se queda en Jerusalén. No sabiéndolo, sus padres lo buscan con inquietud y no lo encuentran. Buscan "entre sus parientes cercanos", buscan "entre sus compañeros de camino", buscan "entre sus conocidos", pero, entre toda aquella gente, no lo encuentran... Mi Jesús no quiere ser encontrado entre la muchedumbre.
Aprended pues dónde lo encontraron... para que vosotros también podáis encontrarlo: "a fuerza de buscarlo, lo encontraron en el Templo". No en cualquier lugar, sino "en el Templo", y no simplemente en el Templo, sino "En medio de los doctores a los que escuchaba y hacía preguntas". Vosotros también, buscad pues a Jesús en el templo de Dios, buscadlo en la Iglesia, buscadlo cerca de los maestros que están en este templo y que no salen de él. Si buscáis de ese modo, lo encontraréis...
Lo encontraron "sentado en medio de los doctores, escuchándoles y haciéndoles preguntas". Ahora todavía, Jesús está aquí; nos interroga y nos escucha. "Todos estaban admirados ", dice Lucas. ¿Qué admiraban? No sus preguntas que sin embargo eran admirables, sino sus respuestas... "Moisés hablaba, dice la Escritura, y Dios le respondía" (Ex 19,19). Así es como el Señor le enseñaba a Moisés lo que ignoraba. Unas veces Jesús interroga, y otras responde, y por muy admirables que sean sus preguntas, sus respuestas todavía son más admirables.
Para que nosotros también podamos oírlo y que nos plantee preguntas que él mismo resolverá, supliquémosle, hagamos un esfuerzo intenso y doloroso por buscarle, y podremos entonces encontrar lo que buscamos. Con razón dice la Escritura: "Tu padre y yo te buscábamos angustiados". Hace falta en efecto que el que busca a Jesús no lo haga con negligencia y blandura, de forma intermitente, como lo hacen algunos... y que, por esta razón, no lo encuentran. Nosotros, digamos: "Te buscábamos angustiados".
martes, 25 de diciembre de 2012
domingo, 23 de diciembre de 2012
EL EVANGELIO Y SU PENSAMIENTO
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
domingo 23 Diciembre 2012
Quinto Domingo de Adviento
Santo(s) del día : San Kety
Evangelio según San Lucas 1,39-45.
En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá.
Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo,
exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?
Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.
Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor".
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por : Beato Guerrico de Igny (c 1080-1157), abad cisterciense
Sermón 2ª para el Adviento, §1-2; SC 166
“Mirad a mi amado como viene saltando por los montes, brincando por las colinas.” (Cant 2,8)
“Ya viene el Rey, corramos al encuentro de nuestro Salvador” (liturgia de Adviento). Con razón dijo Salomón: “Agua fresca en garganta sedienta, la buena noticia de tierra lejana.” (Prov 25,25) Sí, es una buena noticia la que anuncia la llegada del Salvador, la reconciliación del mundo, los bienes del mundo futuro. “Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la buena nueva”. (Is 52,7)...
Estas noticias son agua refrescante y bebida de sabiduría saludable para el alma sedienta de Dios. En verdad, aquel que anuncia la llegada del Señor o sus misterios nos da a beber. “Sacaréis agua con gozo de las fuentes del Salvador”. (Is 12,3) También a aquel que trae este anuncio... el alma le responde con las palabras de Isabel que había bebido del mismo Espíritu: “¿Cómo es posible que la Madre de mi Señor venga a visitarme? Porque en cuanto oí tu saludo, el niño empezó a dar saltos de alegría en mi seno.” (Lc 1,43) saltando de gozo por ir al encuentro del Señor.
En verdad, hermanos míos, hay que ir al encuentro de Cristo que viene saltando de gozo y de entusiasmo... “Salud de mi rostro, Dios mío.” (Sal 42,5) En tu condescendencia saludas a tus siervos y los salvas. .. No únicamente por las palabras de paz, sino por el beso de paz. Tú te unes a nuestra carne, tú nos salvas por tu muerte en la cruz. Que nuestro espíritu exulte, pues, con alegría desbordante, que corra al encuentro del Señor que viene de lejos, aclamándole con estas palabras: “Cúrame, Señor, y quedaré curado, sálvame, y quedaré a salvo, pues a ti se dirige mi alabanza” (Jr 17,14); “Bendito el que viene en nombre del Señor.” (Sal 117,25-26)
viernes, 21 de diciembre de 2012
lunes, 17 de diciembre de 2012
EL EVANGELIO Y SU PENSAMIENTO
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
domingo 16 Diciembre 2012
Tercer Domingo de Adviento
Santo(s) del día : San Ananías
Evangelio según San Lucas 3,10-18.
La gente le preguntaba: "¿Qué debemos hacer entonces?".
El les respondía: "El que tenga dos túnicas, dé una al que no tiene; y el que tenga qué comer, haga otro tanto".
Algunos publicanos vinieron también a hacerse bautizar y le preguntaron: "Maestro, ¿qué debemos hacer?".
El les respondió: "No exijan más de lo estipulado".
A su vez, unos soldados le preguntaron: "Y nosotros, ¿qué debemos hacer?". Juan les respondió: "No extorsionen a nadie, no hagan falsas denuncias y conténtense con su sueldo".
Como el pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban si Juan no sería el Mesías,
él tomó la palabra y les dijo: "Yo los bautizo con agua, pero viene uno que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de sus sandalias; él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego.
Tiene en su mano la horquilla para limpiar su era y recoger el trigo en su granero. Pero consumirá la paja en el fuego inextinguible".
Y por medio de muchas otras exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Noticia.
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
Beato Juan Pablo II
Ángelus del 14/12/2003 (trad. © copyright Libreria Editrice Vaticana rev
"Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres; el Señor está cerca"
Con estas palabras del apóstol Pablo, la Liturgia nos invita a la alegría. Es el tercer domingo de Adviento, llamado por este motivo domingo “Gaudete”...
El Adviento es tiempo de alegría, pues permite revivir la espera del acontecimiento más alegre de la historia: el nacimiento del Hijo de Dios de la Virgen María.Saber que Dios no está lejos, sino cercano; que no es indiferente, sino compasivo; que no es ajeno, sino un Padre misericordioso que nos sigue con cariño en el respeto de nuestra libertad: este es motivo de una alegría profunda que las cambiantes vicisitudes cotidianas no pueden arañar.
Una característica inconfundible de la alegría cristiana es que puede convivir con el sufrimiento, pues se basa totalmente en el amor. De hecho, el Señor que “está cerca” de nosotros, hasta el punto de hacerse hombre, viene a infundirnos su alegría, la alegría de amar. Sólo así se comprende la serena dicha de los mártires incluso en medio de las pruebas, o la sonrisa de los santos de la caridad ante quien está en el dolor: una sonrisa que no ofende, sino que consuela. “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo” (Lucas 1, 28). El anuncio del Ángel a María es una invitación a la alegría. Pidamos a la Virgen Santa el don de la alegría cristiana.
lunes, 10 de diciembre de 2012
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
domingo 09 Diciembre 2012
Segundo Domingo de Adviento
Santo(s) del día : San Juan Diego
Evangelio según San Lucas 3,1-6.
El año decimoquinto del reinado del emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato gobernaba la Judea, siendo Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Felipe tetrarca de Iturea y Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene,
bajo el pontificado de Anás y Caifás, Dios dirigió su palabra a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto.
Este comenzó entonces a recorrer toda la región del río Jordán, anunciando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados,
como está escrito en el libro del profeta Isaías: Una voz grita en desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos.
Los valles serán rellenados, las montañas y las colinas serán aplanadas. Serán enderezados los senderos sinuosos y nivelados los caminos desparejos.
Entonces, todos los hombres verán la Salvación de Dios.
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
Concilio Vaticano II
Constitución sobre la Iglesia en el mundo de hoy “Gaudium et Spes”, §39,1-3 (trad. © copyright Libreria Editrice Vaticana rev.)
“Preparad los caminos del Señor.”
Una tierra nueva y un cielo nuevo: Ignoramos el tiempo en que se hará la consumación de la tierra y de la humanidad. Tampoco conocemos de qué manera se transformará el universo. La figura de este mundo, afeada por el pecado, pasa, pero Dios nos enseña que nos prepara una nueva morada y una nueva tierra donde habita la justicia, y cuya bienaventuranza es capaz de saciar y rebasar todos los anhelos de paz que surgen en el corazón humano. Entonces, vencida la muerte, los hijos de Dios resucitarán en Cristo y lo que fue sembrado bajo el signo de la debilidad y de la corrupción, se revestirá de incorruptibilidad. La caridad y sus obras permanecerán; y todo lo que Dios ha creado para el hombre, se verá libre de la esclavitud del pecado.
Se nos advierte que de nada le sirve al hombre ganar todo el mundo si se pierde a sí mismo. No obstante, la espera de una tierra nueva no debe amortiguar, sino más bien avivar, la preocupación de perfeccionar esta tierra, donde crece el cuerpo de la nueva familia humana, el cual puede de alguna manera anticipar un vislumbre del mundo nuevo...El reino está ya misteriosamente presente en nuestra tierra; cuando venga el Señor, se consumará su perfección.
(Referencias bíblicas: Is 65,17; Ap 21,1; 1Co 7,31; 2P 3,13; 1Co 2,9; 1Co 15,43.53; 1Co 13,8; Rm 8,21; Lc 9,25; Lc 17,21)
martes, 4 de diciembre de 2012
lunes, 3 de diciembre de 2012
EN EL AÑO DE LA FE: Avivar brasas de la fe para que Cristo brille, exhorta Benedicto XVI
El Papa Benedicto XVI señaló que la Nueva Evangelización consiste en avivar las brasas de la fe que
ahora se han enfriado, para que generar una "llamarada" que permita que la santidad de las personas haga que Cristo brille en el mundo.
Así lo indicó el Pontífice al recibir a los miembros del Venerable Colegio Inglés de Roma, el seminario católico donde se forman los sacerdotes de Inglaterra y Gales.
Citando al Beato John Henry Newman, el Papa animó a los seminaristas a dejar "que la fascinación de su persona capture vuestra imaginación y caliente vuestros corazones. Os ha elegido para ser sus amigos, no sus siervos, y os invita a participar de su obra sacerdotal que es lograr la salvación del mundo".
"Habéis oído hablar mucho de la nueva evangelización, el anuncio de Cristo en aquellas partes del mundo donde el Evangelio ya ha sido anunciado, pero donde en mayor o menor medida, las brasas de la fe se han enfriado y ahora necesitan avivarse una vez más para convertirse en llama".
Con frecuencia, prosiguió el Santo Padre, "el fuego en la Sagrada Escritura indica la presencia divina (...) Al igual que un fuego pequeño puede incendiar un bosque, el testimonio fiel de unos pocos puede liberar el poder purificador y transformador del amor de Dios para que se propague como una llamarada a lo largo de una comunidad o una nación".
El Santo Padre subrayó también la "larga tradición de entrega y fidelidad de la comunidad católica" de Inglaterra y Gales a la sede apostólica. También ha recordado que fue su antecesor, el Papa Gregorio Magno, quien envió a Britania en el año 597 a San Agustín de Canterbury para evangelizar esas tierras.
"Los frutos de esa acción misionera son más que evidentes en los seiscientos y cincuenta años de historia de fe y martirio que distinguen al Hospicio Inglés de Santo Tomás Becket y al Venerable Colegio Inglés que surgió de él".
"Vosotros también sois los hombres que Dios ha elegido para difundir hoy el mensaje del Evangelio en Inglaterra y Gales, en Canadá y en los países escandinavos".
Su primera tarea, explicó Benedicto XVI, "es, ante todo, llegar a conocer a Cristo y el tiempo que pasáis en el seminario os ofrece una oportunidad privilegiada para hacerlo. Aprended a orar diariamente, sobre ante el Santísimo Sacramento, a escuchar atentamente la Palabra de Dios permitiendo que el corazón hable al corazón".
El Papa recordó luego su visita al Reino Unido en 2010: "comprobé en persona que hay una gran hambre espiritual entre la gente. Dadles el verdadero alimento que viene de conocer, amar y servir a Cristo. Proclamad la verdad del Evangelio con amor. Ofrecedles el agua viva de la fe cristiana y dirigirlos hacia el pan de la vida, de modo que el hambre y la sed se sacien".
Benedicto XVI exhortó a que, "por encima de todo, dejen que la luz de Cristo brille a través de vosotros viviendo vidas santas, siguiendo las huellas de los numerosos grandes santos de Inglaterra y Gales, los hombres y mujeres santos que han dado testimonio del amor de Dios, aun a costa de sus vidas".
domingo, 2 de diciembre de 2012
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
domingo 02 Diciembre 2012
Primero Domingo de Adviento
Santo(s) del día : Santa Bibiana
Evangelio según San Lucas 21,25-28.34-36.
Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas.
Los hombres desfallecerán de miedo por lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán.
Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria.
Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación".
Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes
como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra.
Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre".
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
Beato Guerrico de Igny (c. 1080-1157), abad cisterciense
Segundo sermón para el Adviento, 2-4; PL 185, 15-17
”Estad preparados, porque a la hora en que menos penséis vendrá el Hijo del hombre.” (Lc 12,40)
Esperamos el aniversario del nacimiento de Cristo. Según la promesa del Señor, lo veremos pronto. La Escritura espera de nosotros una alegría espiritual tal que, elevándonos por encima de nosotros mismos, salte de gozo al salir al encuentro del Señor...Incluso antes de su llegada, el Señor viene a vosotros. Antes de manifestarse al mundo entero viene a vosotros en una visita íntima, porque ha dicho: “No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros.” (Jn 14,18)
Verdaderamente hay una venida del Señor frecuente e íntima, según el mérito y el fervor de cada uno, que durante este período intermedio entre su primera venida y su vuelta el último día nos configura a la primera y nos prepara a la segunda. Si el Señor viene a nosotros ahora es para que su primera venida no quede inútil y la última no sea la venida de su cólera. Por su venida actual, en efecto, se pone a reformar nuestro orgullo según el ejemplo de su humildad en la primera venida y, luego, a reformar nuestro cuerpo humilde a la imagen del cuerpo glorioso que nos mostrará a su vuelta. Por esto debemos implorar con todas nuestras fuerzas y pedir con fervor esta venida intermedia que nos da la gracia de la primera venida y nos promete la gloria de la última...
La primera venida fue humilde y escondida, la última será esplendorosa y magnífica. La venida de la que hablamos está escondida, pero es igualmente magnífica. Digo “escondida”, no porque sea ignorada por aquel en quien tiene lugar, sino porque se realiza en el secreto del alma... Llega sin ser visto y se aleja sin que uno lo perciba. Su presencia es luz del alma y del espíritu. En el alma se ve al invisible y se conoce al incognoscible. Esta llegada del Señor traspone al alma de quien la contempla en una dulce y dichosa admiración. Entonces, del fondo del hombre brota el grito: “Señor ¿quién se compara a ti?” (Sal 34,10) Lo saben quienes han experimentado su venida y, quiera Dios, que los que no lo hayan experimentado puedan experimentar el deseo de su venida.
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