Tercer Domingo de Cuaresma
Evangelio según San Lucas 13,1-9.
En ese momento se presentaron unas personas que comentaron a Jesús el caso de aquellos galileos, cuya sangre Pilato mezcló con la de las víctimas de sus sacrificios.
El les respondió: "¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás?
Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera.
¿O creen que las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la torre de Siloé, eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén?
Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera".
Les dijo también esta parábola: "Un hombre tenía una higuera plantada en su viña. Fue a buscar frutos y no los encontró.
Dijo entonces al viñador: 'Hace tres años que vengo a buscar frutos en esta higuera y no los encuentro. Córtala, ¿para qué malgastar la tierra?'.
Pero él respondió: 'Señor, déjala todavía este año; yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré.
Puede ser que así dé frutos en adelante. Si no, la cortarás'".
Leer el comentario del Evangelio por
San Asterio de Amasía (?-c 400), obispo
Homilía nº 13, sobre la conversión; PG 40, 356-357, 361 (trad. 1er jueves cuaresma rev.)
Imitar la paciencia de Dios
Si queréis pareceros a Dios, vosotros que habéis sido creados a su imagen y semejanza, imitad vuestro modelo. Sois cristianos y este nombre significa 'amigos de los hombres': Imitad el amor de Cristo. Considerad los tesoros de su bondad... ¿Cómo acogía a los que se acercaron a él? Les concedía fácilmente el perdón de sus pecados, los libraba al instante, inmediatamente, de sus sufrimientos... Imitemos la actitud pastoral del Maestro...
Contemplo en las parábolas el pastor de las cien ovejas (Lc 15,4ss) Una de entre ella se ha descarriado y separado del rebaño. El pastor no se quedó con aquellas que estaban en el buen camino. Se fue a la busca de la descarriada, bajando a los barrancos y precipicios, escalando las cimas rocosas, afrontando intrépido los desiertos hasta que la encontró. Y habiéndola encontrado, sin golpearla ni empujarla violentamente hacia el rebaño, se la echa a los hombros lleno de alegría y la conduce entre sus compañeras, más contenta por ella que por todas las demás.
Comprendamos, pues, la realidad escondida bajo estas imágenes... Son ejemplos que nos enseñan misterios sagrados. No desesperemos fácilmente de las personas, no dejemos en el abandono a los que están el peligro. Busquemos ardientemente aquel que está amenazado, reconduciéndolo al buen camino, alegrémonos de su regreso introduciéndolo de nuevo a la comunidad de los creyentes.
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