sábado, 3 de agosto de 2013

¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


EVANGELIO Lc 12, 13-21


Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Uno de la multitud dijo al Señor: "Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia". Jesús le respondió: "Amigo, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre ustedes?". Después les dijo: "Cuídense de toda avaricia, porque aun en medio de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas". Les dijo entonces una parábola: "Había un hombre rico, cuyas tierras habían producido mucho, y se preguntaba a sí mismo: '¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha'. Después pensó: 'Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y date buena vida'. Pero Dios le dijo: 'Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?'. Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios".

Palabra del Señor.


Comentario

Sin dudas, la a
cumulación de bienes nos aleja de una vida digna, trascendente y solidaria. El hombre de esta parábola tenía una única preocupación: aumentar sus bienes y ganancias. Seguramente, en el camino, muchos pobres y hambrientos habían quedado fuera de su proyecto. Al final, puso su vida en aquello mismo que lo mató: su propio egoísmo.

No hay comentarios.: