martes, 12 de abril de 2011

El Papa sostiene que Europa se ha olvidado de sus raíces cristianas

Benedicto XVI ha declarado que "está de moda tener amnesia y negar las evidencias históricas" y ha destacado que "afirmar que Europa no tiene raíces cristianas equivale a decir que el hombre puede vivir sin oxígeno ni nutrición", en un discurso dirigido al nuevo embajador de Croacia, Filip Vucak, que ha sido recibido esta mañana en el Vaticano.
El Pontífice ha exhortado a los cristianos a "no avergonzarse de reclamar y sostener la verdad" y de rechazar "lo que es contrario a la verdad".
El Papa viajará a Croacia los días 4 y 5 de junio de este año y ha recordado que es la primera vez que viaja como Pontífice al país, aunque ya lo había visitado como cardenal.
Benedicto XVI ha subrayado que está convencido de que el pueblo croata "sabrá defender su propia identidad con convicción y orgullo" para evitar "nuevos obstáculos que se presentarán" y que "bajo el pretexto de una libertad religiosa mal comprendida, son contrarios al derecho natural, a la familia y a la moral".



1 comentario:

Rodolfo Plata dijo...

LAS RAICES CRISTIANAS DE EUROPA LAICA: En las provincias greco romanas, el cristianismo se inició como un movimiento laico: La Epístola apócrifa de los Hechos de Felipe, expone al cristianismo como continuación de la educación en los valores de la paideía griega, que tenía como propósito educar a la juventud en la virtud (desarrollo de la espiritualidad) y la sabiduría (cuidado de la verdad), mediante la práctica continua de ejercicios espirituales (cultivo de sí), a efecto de prevenir y curar las enfermedades del alma. El educador utilizando el discurso filosófico, más que informar trataba de inducir transformaciones buenas y convenientes para si mismo y la sociedad, motivando a los jóvenes a practicar las virtudes opuestas a los defectos encontrados en el fondo del alma, a efecto de adquirir el perfil de humanidad perfecta (cero defectos). El apóstol Felipe introdujo en los ejercicios espirituales la paideia de Cristo a fin de alcanzar la trascendencia humana (patente en Cristo) y la sociedad perfecta (Reino de Dios). A partir de entonces, los pueblos helénicos tomando a Cristo como ejemplo de lo que es la trascendencia humana, lo siguieron no como Dios, sino como hombre, a fin de alcanzar los fines de la paideia (la supra humanidad); por ello lucharon por helenizar el cristianismo estructurando la fe conforme a la razón. Tarea a la que se avocaron: San Basilio, San Gregorio, San Agustín y San Clemente de Alejandría (utilizando el pensamiento de los filósofos greco romanos: Aristóteles, Cicerón, Diógenes, Isócrates, Platón, Séneca, Sócrates, Marco Aurelio,,,),. Lo cual propició el choque entre culturas ante la oposición radical e intransigente de los príncipes de la sinagoga al uso de la razón en cuestiones sagradas tendente a evitar que se criticara el profetismo judío y se helenizara el cristianismo para mantenerlo sujeto a la Sinagoga. Desde entonces el talón de Aquiles de la doctrina de la Iglesia ha sido el profetismo judío y el fideísmo bíblico, al abrogar la enseñanza sobre el uso de la razón en cuestiones de fe que Cristo había revelado metafóricamente al ciego de nacimiento (Jn IX, 39), para hacer un juicio justo de nuestras creencias a fin de encontrar la verdad que nos liberara de las falsas certezas de la fe que nos mantienen ciegos__ Provocando en los pueblos cristianos la estulticia generalizada y la entronización del oscurantismo, al olvidar las raíces helenistas de nuestra cultura; lo cual ha convertido las Iglesias en sinagogas, los sacerdotes en rabinos, los cristianos en siervos del gobierno mundial judío, y el judeo cristianismo en religión basura. Así el movimiento cristiano dejó de ser laico y dejó de perseguir los fines últimos de la educación en la paideía; y por ello, no hemos alcanzado la sociedad perfecta ni la trascendencia humana. P Hadot: Ejercicios Espirituales y Filosofía Antigua. Ed. Siruela. http://www.scribd.com/doc/33094675/BREVE-JUICIO-SUMARIO-AL-JUDEO-CRISTIANISMO-EN-DEFENSA-DEL-ESTADO-LA-IGLESIA-Y-LA-SOCIEDAD