domingo, 11 de octubre de 2009

NUESTRA PREDICADORA MARIA ELENA CURUTCHET


Una mujer con vocación de servicio
María Elena Curutchet nació en Resistencia (Chaco) el 3 de enero de 1947. Se recibió de maestra en educación especial, contrajo matrimonio y tuvo dos hijos varones. En su vida sufrió las consecuencias de las inundaciones en su provincia y la pobreza, enviudó y enfermó de un cáncer terminal. En 1980 conoció la Renovación Carismática Católica, movimiento del que fue coordinadora diocesana en Resistencia, durante cuatro períodos. Hacia fines de 1989 resultó elegida para integrar el Equipo Nacional de la Renovación Carismática Católica de la Argentina. Entre 1992 y 1995 fue designada por el Equipo Nacional para la Predicación de Retiros de Formación y Espiritualidad de la Renovación, a lo largo de todo el país, actividad a la que se dedica actualmente. A partir de 2002 comenzó a predicar en otros encuentros en distintos países de Latinoamérica y España. Ahora fue invitada a dar nuevamente retiros en las ciudades andaluzas de Sevilla, Ayamonte, Ubeda y Jaén. Además, está confirmada su participación como exponente en el Forum Carismático y el Congreso Nacional de Renovación Carismática Católica, a desarrollarse
en Brasil.
Hay que ser servidores de la buena noticia"
La católica chaqueña trajo su prédica de sanación a la Capilla San Pantaleón de nuestra ciudad.

En los próximos días viajará a España, donde ofrecerá varios retiros espirituales.
"Muchas veces uno pide paz pensando que es ausencia de guerra. Pero la paz que el hombre está buscando es la de la presencia de Dios. A veces no hay guerra pero por debajo hay un malestar tan grande que no se sabe cómo vivir".

De esta manera la religiosa María Elena Curutchet reflexionó sobre uno de los grandes males de la Humanidad, durante su visita a la Capilla San Pantaleón de nuestra ciudad, donde desarrolló dos Jornadas de Sanación Interior.

En diálogo con este diario, la predicadora mundial del International Catholic Charismatic Renewal Services (ICCRS), dijo que las jornadas apuntaron a que los creyentes descubriesen que "todo lo que parece desgracia, en el fondo siempre trae una gracia grande. Que todo lo que parece cruz es en realidad una puerta, una escuela, un camino o un tiempo nuevo".

Después de manifestar su impresión sobre la religiosidad de los bahienses, la predicadora chaqueña se refirió a temáticas actuales, aclarando siempre que su mirada es desde la fe.

--¿Ve a la comunidad de Bahía Blanca cercana a Dios?

--La forma de ser de cada ciudad no es estática, sino dinámica. En tiempos de crisis todo el mundo se acerca un poco más a Dios.

Crisis quiere decir que es un tiempo donde se pone en crítica cómo se está viviendo. No es una cuestión condicionada por el lugar, sino por los valores, la educación y formación espiritual. --¿Qué le diría a alguien que no practica su fe?

-- Lo importante no es acercarse a un movimiento o a la Iglesia, sino a Dios. Lo que hoy falta es la vida de comunidad. Cuando se está en una, desde cualquier movimiento, se va acrecentando la fe, amistad, fraternidad, amor, solidaridad, generosidad. Una persona que practica su fe en soledad, sólo practica el egoísmo.
Fomentar la comunión.

--¿Cuál es el principal mal del mundo?

--La crisis más grande de hoy es la carencia de sentido de la vida. Creo que el camino de Dios es hacia la sabiduría y nos está guiando en ese camino.

Hay que volver a la comunión o a la empatía (como dice la psicología). Eso es posible desde un diálogo profundo.

--¿Cuál debería ser el papel de los medios?

--Rezamos para que los medios sean servidores de la buena noticia. Hoy sólo se emite lo que lastima y todo se mira desde el dolor, el daño y lo que conmueve. No se muestra la multitud enorme de cosas buenas que están sucediendo en el mundo.

--¿Cómo se puede alcanzar la paz?

--Muchas veces uno pide paz pensando que es ausencia de guerra. Pero la paz que el hombre está buscando es la de la presencia de Dios. A veces no hay guerra pero por debajo hay un malestar tan grande que no se sabe cómo vivir. Cuando está la paz de Dios uno siente la certeza de que se le están abriendo caminos. Aún cuando se sienta un dolor muy grande, sabe que es escuela para madurar, para crecer, para ser nuevos y mejores".

--¿Quiénes son hoy líderes mundiales?

-- Los grandes líderes están desconocidos, como lo fue por años la Madre Teresa. Hay un drama en el mundo que es la falta de liderazgo moral y de autoridad (que en griego es "el que hace crecer").

"Pero la gente está empezando a escuchar más a quienes están llenos de valores morales y descarta a los masivos. Creo en la fuerza de los jóvenes que están trabajando".
La Iglesia y el Papa.

--¿Qué piensa de la Iglesia como institución?

--Hay un rumbo mundial que está tratando de empujar la nave de la Iglesia hacia la nada y el vacío. Pero, cómo siempre, termina resurgiendo.

"Todos necesitamos orar más para que la Iglesia entera sea purificada y para que el Señor deje, como lo prometió, a los verdaderamente humildes y sencillos que creen.

--¿Cuál es su opinión respecto al Papa Benedicto XVI?

--Le doy gracias a Dios por el Papa. Todo aquel que no lo conoce debería leer su primera encíclica "Dios es amor". Es como si toda la vida hubiera vivido enamorado hasta los huesos. Lo admiro con alma y vida.

"Pido que dure bastante a pesar de sus años y que siga trayendo Santos y Papas para que guíen la nave de la Iglesia en momentos tan difíciles.

--¿Está de acuerdo con la vuelta de la misa en latín?

--Lo pide Benedicto en un contexto claro: en los lugares donde se hagan celebraciones masivas, donde haya gente de muchas nacionalidades.

"No pide que vuelvan a las misas tridentinas o de Trento, como agregaron los medios. Sino volver a la misa en latín, sobretodo en lugares donde las personas que han sido sacadas de su tierra, ya sea por una cuestión del clima o los refugiados, como los de Kosovo. Cuando se reza en latín, la Iglesia entera entiende, porque es su lenguaje universal".

--¿Y en la vuelta de la comunión con fieles arrodillados?

--Eso no está impuesto en los cánones de hoy. Se hace naturalmente. Cuando uno sabe quién está en la Eucaristía, que es el mismo Dios, te inunda un profundo deseo de arrodillarte ante su majestad.SOLEDAD LLOBET.


Comentario del Evangelio de Mc 10, 35-45 por :

Santo Tomás de Aquino (1225-1274), teólogo dominico, doctor de la Iglesia. Conferencia sobre el Credo, 6

«El que quiera ser grande, sea vuestro servidor»

¿Qué necesidad había para que el Hijo de Dios padeciera por nosotros? Una gran necesidad que se puede resumir en dos puntos: necesidad de remedio por lo que se refiere a nuestros pecados, necesidad de ejemplo para nuestra conducta... Porque la Pasión de Cristo nos proporciona un modelo válido para nuestra vida... Si buscas un ejemplo de caridad: «Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos» (Jn 15,13)... Si buscas la paciencia, es sobre la cruz donde se encuentra en grado máximo... Cristo sufrió grandes males en la cruz, y pacientemente, puesto que «cuando lo insultaban, no devolvía el insulto» (1P 2,23), «como un cordero llevado al matadero, no abría la boca» (Is 53,7)... «Corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe, Jesús, que renunciando al gozo inmediato, soportó la cruz» (Hb 12,1-2). Si buscas un ejemplo de humildad, mira al crucificado. Porque un Dios ha querido ser juzgado bajo Poncio Pilato y morir... Si buscas un ejemplo de obediencia, no tienes que hacer más que seguir al que se hizo obediente al Padre «hasta la muerte» (Flp 2,8). «Si por la desobediencia de uno todos se convirtieron en pecadores, así por la obediencia de uno todos se convertirán en justos» (Rm 5,19). Si buscas un ejemplo de menosprecio de los bienes de la tierra no debes hacer otra cosa que seguir al que es «Rey de reyes y Señor de los señores», «en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento» (1Tm 6,15; Col 2,3); sobre la cruz estuvo desnudo, convertido en la mofa de todos, cubierto de salivazos, golpeado, coronado de espinas, y finalmente, apagando su sed con hiel y vinagre.




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