viernes, 12 de febrero de 2010

DESARROLLO DE LOS TEMAS DEL SEMINARIO DE VIDA EN EL ESPÍRITU



FE Y CONVERSION ( 3er tema)


Jesús ya nos salvó y nos dio una Vida Nueva. Ustedes se preguntaran porque no experimentamos esta salvación en nuestras vidas.
La respuesta está en la aceptación. Lo que debemos hacer es aceptar la salvación que Jesús ha ganado para nosotros.
Entonces ¿Qué debemos hacer para vivir la vida de Jesús? Pedro ya nos dio la respuesta la mañana de Pentecostés, cuando les habló a la multitud: “crean en Jesús, conviértanse de sus pecados, y entonces podrán vivir la vida del Hijo de Dios resucitado”.
Fe y conversión es lo único que nosotros necesitamos para vivir la vida de Dios traída por Jesús.

A) LA FE

Es un SI a la presencia y a la acción salvadora de Dios a través de Jesús. Es un SI que se da una vez y se renueva permanentemente.
Es el medio necesario para conectarse con la salvación, pues por ella habita Cristo en nuestro corazón (Ef 3,17).

Su palabra nos dice en Carta a los Romanos 10,9-10:

“Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucito de entre los muertos, serás salvado. Con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se confiesa para obtener la salvación”.

Cuando Pablo nos habla de boca y corazón se está refiriendo a lo más externo y a lo más intimo y profundo del hombre. La fe nos lleva a actuar conforme a lo que creemos, cambiando nuestra forma de vivir. De otra manera no es fe, sino sentimiento, ideología o creencia.

La fe es la certeza de que Dios va a actuar conforme a las promesas de Cristo, que va a actuar conforme al plan que tiene pensado para cada uno de nosotros. Por lo tanto, la fe no es creer en algo, sino en alguien. Es una decisión total del hombre que envuelve todo su ser y compromete toda su persona.

La fe se vive en cada circunstancia de nuestra vida, y de esa manera es posible experimentar en cada momento la salvación de Jesús.
Testimonio
“El justo vivirá por la fe” (Rom. 1, 17). Es decir vamos caminando de fe en fe, dando sucesivos pasos. Un paso no nos lleva hasta la meta, pero sí nos acerca. Por lo tanto es necesario que hoy demos un primer paso en fe manifestando que creemos en Dios y su plan de salvación sobre nosotros.

Expresión de Fe

Vamos a manifestar nuestra fe en Dios y su obra salvífica a través de Jesucristo.
Se responde: Sí, yo creo.

¿Crees que Dios te creó por amor y te ama como Padre?
¿Crees que el ama a todos los hombres, especialmente a los pobres y a los pecadores?
¿Crees que El tiene un plan de felicidad, paz y justicia para todos los hombres?
¿Crees que tanto amó Dios al mundo que le envió a su Hijo único, no para condenarlo sino para salvarlo?
¿Crees que en su muerte en la cruz murió también el pecado?
¿Crees que resucitó y está vivo para siempre?
¿Crees que es la única respuesta y solución efectiva para los problemas del mundo?
¿Crees que hoy y aquí, Jesús puede dar sentido a tu vida?


B) LA CONVERSION

“Jesús comenzó a proclamar: Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca”. Mt 4,17

La forma más concreta como se manifiesta la fe es mediante la conversión.

Siempre se ha dicho que la conversión es un cambio de vida, pero esto no quiere decir que se reduce a un cambio de conducta. El cambio de conducta es consecuencia del cambio de vida, y la conversión es mucho más profunda que un simple cambio de conducta. La conversión es un cambio de corazón.

La conversión es cambio total: dar la espalda, dejar atrás, abandonar todo lo que es incompatible con Dios y su plan de amor para nosotros; es romper con el pecado y los ídolos y rechazar a Satanás.
La conversión es ante todo envolverse a Dios, buscar su Rostro, reconociendo su presencia que nos hace un llamado personal.
El pecado, Satanás y sus obras, y los resentimientos son los obstáculos para la presencia y acción salvadora de Dios; el rechazo y la liberación de ellos son la condición y el fruto de la salvación.

El convertirse incluye varios pasos:

1) Reconocimiento del pecado

Su palabra dice en Evangelio según San Juan 16,8:

“Y cuando él venga, probará al mundo dónde está el pecado, dónde la está la justicia y cuál es el juicio.”

La conversión es obra del Espíritu Santo en nosotros; sólo El puede darnos un corazón nuevo para volver a Dios.
2) Arrepentimiento

Su palabra nos dice en 2 Cor 7, 9-10:

“Ahora me regocijo, no porque ustedes se hayan puesto tristes, sino porque esa tristeza fue motivo de arrepentimiento. Ustedes, en efecto, han experimentado la tristeza que proviene de Dios, de manera que nosotros no le hemos hecho ningún daño. Esa tristeza produce un arrepentimiento que lleva a la salvación y no se debe lamentar; en cambio, la tristeza del mundo produce la muerte. ”

El arrepentimiento es un dolor de corazón y detestación del pecado cometido, con el propósito de no pecar en adelante. Es retorno al hogar, vuelta a casa, reencuentro con el Padre.

3) Confesión del pecado

Su palabra nos dice en 1 Juan 1,9:

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos y purificarnos de toda maldad.”

Necesitamos reconocer y confesar explícitamente nuestros pecados ante Dios.
Necesitamos hacer una renuncia explícita a Satanás y a todas sus obras.
Acercarnos al sacramento de la reconciliación.


4) Reparación y reconciliación

El arrepentimiento para restaurar la unión de amor con Dios, exige resarcir los daños causados y reconciliarse con el hermano.

Renuncia

La verdadera y total dependencia de Dios nos obliga a renunciar a todo aquello que nos ha encadenado al pecado. Respondemos: ¡Sí, renuncio!
Ø ¿Renuncias a Satanás?
Ø ¿A todas sus obras y seducciones?
Ø ¿Al ocultismo, esoterismo y toda superstición?
Ø ¿A la magia, curanderismo y hechicería?
Ø ¿A la lectura de las cartas, café y mano?
Ø ¿Al espiritismo, astrología y horóscopos?
Ø ¿A adquirir poder y control sobre ti u otros, al margen de Dios?
Ø ¿Al uso de amuletos, fetiches y talismanes?
Ø ¿Al conocimiento del futuro, al margen de Dios?
Ø ¿Renuncias a todo egoísmo, lujuria y maldad?
Ø ¿Renuncias a odios y resentimientos?
Ø ¿Renuncias completamente y para siempre a todo esto?

Testimonio

Conclusión

“Yo estoy junto a la puerta y llamo: si alguien oye mi vos y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos”.
Apocalipsis 3,20
Tienes a la puerta la gran oportunidad de tu vida. No la dejes pasar de largo. Dale a Jesús la oportunidad de manifestarte todo lo que él es y tiene para ti.
De alguna manera digámosle a Jesús que lo invitamos a vivir en nuestro corazón, que entre a formar parte de nuestra vida, que sea él, el centro de nuestra existencia.
Nadia Moya
Bibliografía

·José Prado Flores. Id y Evangelizara los Bautizados. Publicaciones Kerygma, México.
·Alfonso Navarro Castellanos. Evangelización -EVANGELIZAR EN EL PODER DEL EPIRITU – Primer Anuncio

1 comentario:

Renovacion dijo...

hola elvira, gracias x escribir al blogs. miles de bendiciones para vos y los tuyos. Con respecto al seminario de vida y sobre todo el tema fe y conversión puedes realizarlo de la siguiente manera. 1pro q es la fe para nosotros, " es creerle a Dios y que esa fe te lleva a la conversión, q es cambiar el estilo de vida. trabaja simplemente esas palabras y el Señor te iluminara.luego escribo más sensillos para vos. una vez gracias