a. Definición Literal-
Reverenciar con sumo honor o respeto a un ser, considerándolo como cosa divina. Reverenciar y honrar a Dios con el culto religioso que le es debido. El acto de tributar reverencia, adoración u homenaje a Dios.
b. Catecismo De la Iglesia Católica-
2628 La adoración es la primera actitud del hombre que se reconoce criatura ante su Creador. Exalta la grandeza del Señor que nos ha hecho y la omnipotencia del Salvador que nos libra del mal. Es la acción de humillar el espíritu ante el "Rey de la gloria" (Sal 24, 9-10) y el silencio respetuoso en presencia de Dios "siempre mayor". La adoración de Dios tres veces santo y soberanamente amable nos llena de humildad y da seguridad a nuestras súplicas.
Este punto del Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña lo siguiente: 1. La primera actitud para ser un autentico adorador es reconocer que somos criaturas. Reconocer que no soy lo máximo, sino que hay algo siempre superior a mí. La criatura siempre va a tender hacia el creador. Toda criatura va en búsqueda de su creador. Todas la culturas del mundo en todos los tiempos han buscado un ser divino, ejemplo: culturas indígenas tenían dioses, los griegos tenían dioses, etc.
2. Toda criatura tiene un corazón de adorador en Potencia. Y los verdaderos adoradores reconocen esta verdad. Todo ser humano tiene la posibilidad y la capacidad de convertirse en un adorador.
3. Es la acción de humillar el espíritu ante el "Rey de la gloria". Humillar significa: Inclinar o doblar una parte del cuerpo, como la cabeza o la rodilla, especialmente en señal de sumisión y acatamiento. Arrodillarse o hacer adoración. El adorador se somete a la voluntad de Dios y acata sus mandamientos.
4. Y el silencio respetuoso en presencia de Dios "siempre mayor". El adorador sabe callar para escuchar la voz de Dios. Dios no es mudo, el habla en la adoración.
c. ¿Qué es Adoración? 1- "Adoración" se traduce de cuatro palabras en Griego, utilizadas en el Nuevo Testamento. La palabra ADORAR es encontrada setenta y seis veces (76) en el Nuevo Testamento:
(a) Proskuneo – 59 veces. "Besar la mano de"; hacer cortesía, hacer reverencia. El acto de tributar homenaje, Juan. 4, 24. Es la palabra más frecuente que se traduce adorar. Se usa
de un acto de homenaje o de reverencia. Besar la mano a (hacia), una señal de reverencia... de aquí que entre los Orientales, esp. los Persas, caer sobre las rodillas y tocar el piso con la frente como una expresión de profunda reverencia "... usado para designar la costumbre de postrarse uno mismo ante una persona y besar sus pies, el borde de su vestido, el piso, etc.; (caer y) adorar, hacer homenaje a, postrarse uno mismo ante, hacer reverencia, dar la bienvenida respetuosamente, ... Esta reverencia o adoración es dada: 1. seres humanos ... 2. a Dios ... 3. al Diablo y seres Satánicos ... 4. a los ángeles ... 5. a Jesús, (b) Sebonai - Reverenciar, con fuerte sentimiento de temor reverencial, Mateo 15, 9. (c) Latreuo - Servir, rendir servicio religioso, homenaje, Filipenses 3, 3. (d) Eusebeo - Actuar piadosamente hacia [Alguien], Hechos 17, 23. Cada una de estas palabras expresan la acción que uno hace hacia Dios. La adoración es un acto externo motivado por un sentimiento interno. No es lo que uno recibe, ¡sino más bien lo que uno le da a Dios!
2- El uso de la palabra "adoración" en el Antiguo Testamento. Aparece unas 116 veces. a. Es traducida muy frecuentemente de la palabra Hebrea SHACHAH, que significa "inclinarse, arquearse, agacharse, doblarse". (99 veces). b. SEGAB es traducida "adorar" 11 veces - "postrarse, hacer reverencia". Daniel 2,3. c. ABAD (5 veces en 2 Reyes 10) "hacer, servir". d. ATSAB (1 vez, Jer. 44:19) "tributar culto".
3- Adorar es entregar a Dios nuestra propia inteligencia, que se rinde ante Él, y todo nuestro amor, que siente que arde en Él. Es un acto que nos desprende de la cadena más profunda que nos ata: nuestro propio "yo". Por eso, adoración significa liberación.
4- La adoración es el acto propio del cielo, y por lo tanto es lo propio de los buenos.
5- Ahora bien, esta adoración celestial es perfecta, continua e irreversible. Por contraste, las experiencias de adoración que tenemos en la tierra son imperfectas, temporales y no definitivas. Esto quiere decir que las experiencias, más o menos intensas, de adoración que Dios nos regala en esta vida mortal no son todavía el "premio", sino una manera de invitarnos a crecer en fervor, obediencia y confianza hacia Él, que es la fuente de todo bien. Esta invitación Dios la concede no sólo a los que ya son "buenos", sino muchas veces también a los "malos", precisamente para atraerlos hacia su dulzura.
6- Llamo adoración a una explosión de fe que nos permite correr directo a los brazos amorosos de Jesús.
7- La adoración es la respuesta a la presencia de Dios. Mateo 2,11: “¡Qué alegría más grande: habían visto otra vez a la estrella!. Al entrar a la casa vieron al niño con María, su madre; se arrodillaron y le adoraron. Abrieron después sus cofres y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra.”
8- Como dice la Enciclopedia Católica la ADORACIÓN conlleva dos actos, uno interno y otro externo, sin el acto interno de “percibir la perfección de Dios y someternos a ella en asombro” el acto externo (las posturas, el culto) es vano.
9- La verdadera Pasión libera la verdadera adoración. Los grandes adoradores de la historia, sabían que habían sido rescatados de un pozo de perversidad espiritual y oscuridad. Sabían que el amor y la misericordia de Dios le habían perdonado su gran pecado. Estaban endeudados de por vida con el Señor Jesucristo. Sabían qué era vivir una vida sin Dios. Dios desea que tengamos esa misma pasión intensa en nuestros corazones hacia él.
Concentrémonos ahora en las cuatro características de la adoración 1. La adoración en la verdad. La raíz griega de la palabra verdad es ALETHEIA, y esta es la palabra que uso Jesús cuando dijo: Y conoceréis la verdad los hará libres. Esta es la primera característica que Jesús menciono. Es decir, la adoración debe basarse en la verdad de las escrituras. Adorar a Dios en verdad es igual a adorarlo con la Biblia. Para poder obedecer, amar, servir y respetar a Dios necesitamos conocer la verdad de su palabra, es decir, necesitamos conocerle a Él, si es que deseamos agradarlo.
2. La adoración autentica. Esta es la segunda característica que Jesús mencionó. Él dijo es necesario que los adoradores adoren en espíritu. No se estaba refiriendo al Espíritu Santo sino al espíritu del hombre. Esto es igual a amar a Dios con todo nuestro ser, no solo de labios también de corazón, con nuestro espíritu. Es ser autentico, la adoración es la respuesta de nuestro espíritu al Espíritu Santo, recordemos que Dios se comunica con nosotros a través de nuestro espíritu. Dios mira más que nuestras palabras, Él ve la actitud del corazón. Al hablar del adorar con el espíritu se abarca los pensamientos, los sentimientos y las emociones.
3. La adoración reflexiva. Esta es la tercera característica y la encontramos en el mandamiento de amar a Dios con toda nuestra mente. A Dios no le agrada que cantemos u oremos con apatía, sin entendimientos, solo de labios. La Biblia nos enseña que cuando adoramos debemos de involucrar nuestra mente, ser reflexivos, es decir, poner atención en lo que estamos cantando. Nuestra adoración debe de brotar del amor hacia Dios, de la gratitud que tenemos por todo lo que Él ha hecho por nosotros. Y por el gozo que viene de fruto del espíritu.
4. La adoración práctica. La cuarta característica de la adoración la encontramos en el texto que dice: Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Romanos 12:1. Este verso nos esta diciendo que para adorar hay que involucrar el cuerpo, para amar debemos involucrar nuestro cuerpo, para servir hay que involucra el cuerpo, para cantar y alabar es vital involucrar el cuerpo. A esto es lo que llamamos una adoración práctica.
Reverenciar con sumo honor o respeto a un ser, considerándolo como cosa divina. Reverenciar y honrar a Dios con el culto religioso que le es debido. El acto de tributar reverencia, adoración u homenaje a Dios.
b. Catecismo De la Iglesia Católica-
2628 La adoración es la primera actitud del hombre que se reconoce criatura ante su Creador. Exalta la grandeza del Señor que nos ha hecho y la omnipotencia del Salvador que nos libra del mal. Es la acción de humillar el espíritu ante el "Rey de la gloria" (Sal 24, 9-10) y el silencio respetuoso en presencia de Dios "siempre mayor". La adoración de Dios tres veces santo y soberanamente amable nos llena de humildad y da seguridad a nuestras súplicas.
Este punto del Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña lo siguiente: 1. La primera actitud para ser un autentico adorador es reconocer que somos criaturas. Reconocer que no soy lo máximo, sino que hay algo siempre superior a mí. La criatura siempre va a tender hacia el creador. Toda criatura va en búsqueda de su creador. Todas la culturas del mundo en todos los tiempos han buscado un ser divino, ejemplo: culturas indígenas tenían dioses, los griegos tenían dioses, etc.
2. Toda criatura tiene un corazón de adorador en Potencia. Y los verdaderos adoradores reconocen esta verdad. Todo ser humano tiene la posibilidad y la capacidad de convertirse en un adorador.
3. Es la acción de humillar el espíritu ante el "Rey de la gloria". Humillar significa: Inclinar o doblar una parte del cuerpo, como la cabeza o la rodilla, especialmente en señal de sumisión y acatamiento. Arrodillarse o hacer adoración. El adorador se somete a la voluntad de Dios y acata sus mandamientos.
4. Y el silencio respetuoso en presencia de Dios "siempre mayor". El adorador sabe callar para escuchar la voz de Dios. Dios no es mudo, el habla en la adoración.
c. ¿Qué es Adoración? 1- "Adoración" se traduce de cuatro palabras en Griego, utilizadas en el Nuevo Testamento. La palabra ADORAR es encontrada setenta y seis veces (76) en el Nuevo Testamento:
(a) Proskuneo – 59 veces. "Besar la mano de"; hacer cortesía, hacer reverencia. El acto de tributar homenaje, Juan. 4, 24. Es la palabra más frecuente que se traduce adorar. Se usa
de un acto de homenaje o de reverencia. Besar la mano a (hacia), una señal de reverencia... de aquí que entre los Orientales, esp. los Persas, caer sobre las rodillas y tocar el piso con la frente como una expresión de profunda reverencia "... usado para designar la costumbre de postrarse uno mismo ante una persona y besar sus pies, el borde de su vestido, el piso, etc.; (caer y) adorar, hacer homenaje a, postrarse uno mismo ante, hacer reverencia, dar la bienvenida respetuosamente, ... Esta reverencia o adoración es dada: 1. seres humanos ... 2. a Dios ... 3. al Diablo y seres Satánicos ... 4. a los ángeles ... 5. a Jesús, (b) Sebonai - Reverenciar, con fuerte sentimiento de temor reverencial, Mateo 15, 9. (c) Latreuo - Servir, rendir servicio religioso, homenaje, Filipenses 3, 3. (d) Eusebeo - Actuar piadosamente hacia [Alguien], Hechos 17, 23. Cada una de estas palabras expresan la acción que uno hace hacia Dios. La adoración es un acto externo motivado por un sentimiento interno. No es lo que uno recibe, ¡sino más bien lo que uno le da a Dios!
2- El uso de la palabra "adoración" en el Antiguo Testamento. Aparece unas 116 veces. a. Es traducida muy frecuentemente de la palabra Hebrea SHACHAH, que significa "inclinarse, arquearse, agacharse, doblarse". (99 veces). b. SEGAB es traducida "adorar" 11 veces - "postrarse, hacer reverencia". Daniel 2,3. c. ABAD (5 veces en 2 Reyes 10) "hacer, servir". d. ATSAB (1 vez, Jer. 44:19) "tributar culto".
3- Adorar es entregar a Dios nuestra propia inteligencia, que se rinde ante Él, y todo nuestro amor, que siente que arde en Él. Es un acto que nos desprende de la cadena más profunda que nos ata: nuestro propio "yo". Por eso, adoración significa liberación.
4- La adoración es el acto propio del cielo, y por lo tanto es lo propio de los buenos.
5- Ahora bien, esta adoración celestial es perfecta, continua e irreversible. Por contraste, las experiencias de adoración que tenemos en la tierra son imperfectas, temporales y no definitivas. Esto quiere decir que las experiencias, más o menos intensas, de adoración que Dios nos regala en esta vida mortal no son todavía el "premio", sino una manera de invitarnos a crecer en fervor, obediencia y confianza hacia Él, que es la fuente de todo bien. Esta invitación Dios la concede no sólo a los que ya son "buenos", sino muchas veces también a los "malos", precisamente para atraerlos hacia su dulzura.
6- Llamo adoración a una explosión de fe que nos permite correr directo a los brazos amorosos de Jesús.
7- La adoración es la respuesta a la presencia de Dios. Mateo 2,11: “¡Qué alegría más grande: habían visto otra vez a la estrella!. Al entrar a la casa vieron al niño con María, su madre; se arrodillaron y le adoraron. Abrieron después sus cofres y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra.”
8- Como dice la Enciclopedia Católica la ADORACIÓN conlleva dos actos, uno interno y otro externo, sin el acto interno de “percibir la perfección de Dios y someternos a ella en asombro” el acto externo (las posturas, el culto) es vano.
9- La verdadera Pasión libera la verdadera adoración. Los grandes adoradores de la historia, sabían que habían sido rescatados de un pozo de perversidad espiritual y oscuridad. Sabían que el amor y la misericordia de Dios le habían perdonado su gran pecado. Estaban endeudados de por vida con el Señor Jesucristo. Sabían qué era vivir una vida sin Dios. Dios desea que tengamos esa misma pasión intensa en nuestros corazones hacia él.
Concentrémonos ahora en las cuatro características de la adoración 1. La adoración en la verdad. La raíz griega de la palabra verdad es ALETHEIA, y esta es la palabra que uso Jesús cuando dijo: Y conoceréis la verdad los hará libres. Esta es la primera característica que Jesús menciono. Es decir, la adoración debe basarse en la verdad de las escrituras. Adorar a Dios en verdad es igual a adorarlo con la Biblia. Para poder obedecer, amar, servir y respetar a Dios necesitamos conocer la verdad de su palabra, es decir, necesitamos conocerle a Él, si es que deseamos agradarlo.
2. La adoración autentica. Esta es la segunda característica que Jesús mencionó. Él dijo es necesario que los adoradores adoren en espíritu. No se estaba refiriendo al Espíritu Santo sino al espíritu del hombre. Esto es igual a amar a Dios con todo nuestro ser, no solo de labios también de corazón, con nuestro espíritu. Es ser autentico, la adoración es la respuesta de nuestro espíritu al Espíritu Santo, recordemos que Dios se comunica con nosotros a través de nuestro espíritu. Dios mira más que nuestras palabras, Él ve la actitud del corazón. Al hablar del adorar con el espíritu se abarca los pensamientos, los sentimientos y las emociones.
3. La adoración reflexiva. Esta es la tercera característica y la encontramos en el mandamiento de amar a Dios con toda nuestra mente. A Dios no le agrada que cantemos u oremos con apatía, sin entendimientos, solo de labios. La Biblia nos enseña que cuando adoramos debemos de involucrar nuestra mente, ser reflexivos, es decir, poner atención en lo que estamos cantando. Nuestra adoración debe de brotar del amor hacia Dios, de la gratitud que tenemos por todo lo que Él ha hecho por nosotros. Y por el gozo que viene de fruto del espíritu.
4. La adoración práctica. La cuarta característica de la adoración la encontramos en el texto que dice: Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Romanos 12:1. Este verso nos esta diciendo que para adorar hay que involucrar el cuerpo, para amar debemos involucrar nuestro cuerpo, para servir hay que involucra el cuerpo, para cantar y alabar es vital involucrar el cuerpo. A esto es lo que llamamos una adoración práctica.
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