martes, 1 de septiembre de 2009

El Descanso en el Espíritu

Con mucha frecuencia nos encontramos con este fenómeno en algunas Misas, Retiros, en oraciones de intercesión, o tras la unción de los enfermos, o de la imposición de manos sobre aquellos por quienes se ora. Este fenómeno es llamado generalmente: " Descanso en el Espíritu ".
Según el Padre Ceferino Santos S,J de Chile, el verdadero descanso del Espíritu es un don carismático, otorgado a uno o a varios para vivenciar la protección de Dios, con lo que se alimentan la fe, la paz interior, la inteligencia de las enseñanzas recibidas y se facilita la práctica de la vida cristiana, al suprimirse bloqueos o resistencias mas o menos conscientes a la acción del Señor; lo cual a veces se expresa o se visualiza como una rendición ante Dios que conlleva la pérdida pasajera del equilibrio corporal, deslizándose suavemente hacia el suelo o sobre el asiento que se ocupa, con una cesación pasajera del movimiento corporal y local.
Pero, que es?
En vista a que sobre este tema existen muchas dudas, equivocaciones y hasta errores en torno a este fenómeno del " descanso del Espíritu ", trataremos con la asistencia del Espiritu hacer algunas aclaraciones al respecto.
En primer lugar: Se tiene que pedir la gracia al Señor de discernir si estamos ante un descanso verdadero y atentos a los frutos inmediatos... " Paz, Armonía, Presencia de Dios." y posteriores" " facilidad para orar, sanacion de traumas, y resistencias a Dios...."
Debemos saber que:
El descanso es un toque directo a los sentidos internos de la imaginación y de la memoria, que se llenan de la presencia de Dios, de su amor y de su paz, de modo que a veces, el cuerpo queda inmovilizado por un tiempo, donde Dios sana interna o externamente, observándose incluso también liberaciones.
Cuando se manifiesta el descanso tras la oración y la imposición de manos, la persona se siente caer suavemente hacia el suelo, si está de pie o de rodillas, o se queda como relajadamente inmóvil sobre su asiento.
Es aconsejable acompañar al hermano con oración si se observa quebranto importante y en casos mas específicos (gritos, movimientos y vueltas en el piso) el Espiritu mocionara de acuerdo a su obra, quien debe orar: si un Sacerdote o un laico. Este fenómeno suele ser pasajero y breve.
El aspecto principal del descanso en el Espíritu, es la fuerte presencia sanadora del Dios viviente, que purifica, libera de dificultades y bloqueos interiores a su acción y fortalece el alma para sobrellevar el peso del compromiso cristiano de un modo renovado.
El punto controvertido y discutible en el descanso en el Espíritu es ese sentirse anonadado por el peso del amor de Dios con el fenómeno espectacular de la caída suave del cuerpo hacia atrás o hacia adelante, hasta que el don se haya pasado. Cuando el descanso en el Espíritu es verdadero, la caída del cuerpo es como una señal externa de una nueva rendición al Señorío de Cristo y de una nueva aceptación del amor y la voluntad de Dios sin resistencias. En el descanso en el Espíritu la persona sigue teniendo control pleno de su entendimiento y de su voluntad. El entendimiento sigue libre para orar con la atención más dirigida a Dios.
El verdadero descanso en el Espíritu:
1)- facilita la oración en tanto cuanto toca los sentidos internos dispersos y los unifica
2)- facilita el sentido profundo de la presencia y del amor de Dios.
Estos dos efectos internos pueden darse sin que la persona caiga al suelo, por el impulso poderoso y abrumador del amor de Dios.
Hay personas que creen erróneamente que caen al suelo porque han sido empujadas por el que les impone las manos. Esto no es así, de hecho es el amor abrumador de Dios el que empuja y vence poderosamente obstáculos en las personas El descanso en el Espíritu no es expresamente una oración de quietud, sino mas bien, una experiencia directa del amor de Dios, que aquí se experimenta con amor sanador más directamente que como don de oración contemplativa. Tampoco se trata de hipnosis o fenómeno parapsicológico, donde la voluntad queda casi totalmente suspendida y sometida al hipnotizador, o quien manipula la mente de la persona.
En el descanso en el Espíritu: la voluntad y el entendimiento se mantienen despiertos y activos, sin someterse a nadie más que a Dios. No es por tanto un desmayo donde la inteligencia se nubla o se pierde temporalmente. El descanso en el Espíritu nada tiene que ver con la caída al suelo en una crisis epiléptica. Es cierto que hay personas que por su debilidad psicológica o por ganas de atraer hacia ellas la atención simulan el descanso en el Espíritu. En esos casos los Frutos posteriores observados son de tristeza, depresión, angustia, oscuridad espiritual, insatisfacción y falta de paz, estaríamos entonces ante un "falso descanso", en estos casos es aconsejable levantar a la persona, y catequizar, en el Amor del Señor, Discerniendo el momento.
El que estos fenómenos tengan un componente fuerte somático y psíquico no quiere decir que sean solo fenómenos naturales o patológicos. También en la vida mística de los santos de la Iglesia, en los éxtasis, arrobamientos, levitaciones y otros fenómenos reconocidos en la Iglesia, se daban extraños efectos, en el orden somático y psíquico sin excluir por eso la acción sobrenatural de las gracias místicas. Se necesita, por tanto, enseñanza sana, discernimiento y guía espiritual recta durante este proceso, y después de él. No conviene despertar al que está en el descanso en el Espíritu, no se le debe agobiar con preguntas indiscretas; tampoco se le debe obligar a dar paseos para despejarse, etc.; al que tuvo el descanso se le debe dejar tranquilo por un rato largo para que el don de Dios produzca sus efectos buenos sin interferencias humanas. Tampoco se le debe forzar a levantarse, de preferencia se le deberá dejar sentada en el piso, hasta que se recupere. ! MUY IMPORTATE !, ! SOLO, ORE AL SEÑOR POR EL HERMANO !.
ALGUNAS CONSIDERACIONES:
En la Palabra de Dios:
En la Palabra de Dios encontramos situaciones que hacen pensar en descansos en el Espíritu, como por ejemplo en Mc. 9, 20-26. En la historia de la Iglesia:
El descanso en el Espiritu, es un fenómeno conocido en la historia de la Iglesia. Como ejemplos, podemos citar que en el proceso de canonización de Santa Clara, Sor Bienvenida de Perusa declara bajo juramento una Sanacion en la que el Señor utiliza a Santa Clara y aparece el descanso en el Espíritu. Declaró también la testigo que, habiendo caído en demencia un fraile de la Orden de los Menores, que se llamaba Fray Esteban, San Francisco le mandó al Monasterio de San Damián, para que la Santa hiciera sobre él la señal de la Cruz. Hecho esto, el fraile quedó adormecido un poco de tiempo en el lugar donde la Santa Madre solía hacer la
oración, y cuando se despertó, tomó alimento y se marchó curado. (Cf. OMAECHEVERRIA, Ignacio: Escritos de Santa Clara y documentos contemporáneos. Madrid, BAC, 1970, pág. 70.).
El descanso en el Espíritu es diferente del éxtasis sobrenatural, donde la mente queda absorbida en Dios y elevada para conocer sus misterios, con cesación del ejercicio de los sentidos exteriores. San Pablo nos recuerda este don de oración más propio de almas perfectas, cuando nos dice que “subió arrebatado hasta el tercer cielo en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, y oyó palabras arcanas que el hombre no puede pronunciar”. (2 Cor.12, 2-4). El mismo San Pablo cuando se convierte a Cristo, recibe una especie de descanso en el Espíritu, como don de principiantes; y cae en tierra sin hacerse daño (Hch.9.4; “Pablo cayó en tierra y oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿porqué me persigues?"). El descanso en el Espíritu es un don más propio de principiantes.
Otro aspecto a considerar:
Algunas personas consideran que el descanso en el Espíritu es un hecho natural, propio de la psicología de masas, donde se produce una sugestión colectiva y un contagio por emocionalismo, sin necesidad de invocar para nada al Espíritu de Dios 1)-Se debe saber que el descanso en el Espíritu se da también en la oración privada, sin contagio colectivo de masas.
2)- Más que de contagio natural, propio de una psicología de masas influenciables, habría de hablarse en las asambleas, donde se da el reposo en el Espíritu, de un don eclesial de Sanacion, propio de un nuevo Pentecostés colectivo y maduro con frutos de conversión y transformaciones espirituales, que no se logran en otros fenómenos colectivos de masas, movidas sólo por entusiasmos humanos.
La sugestión colectiva no produce frutos espirituales como sucede en el descanso en el Espíritu. El emocionalismo, sometido a Dios y a sus mociones, no es malo en sí. Se dio en grandes santos y místicos. Dios no actúa sólo en el entendimiento del místico, sino en toda su persona sometida a Dios y a la fe.
Algunos consejos útiles:
Si Ud. es Servidor y está ante un descanso en el Espiritu:
1- Observe al hermano y discierna si es verdadero, generalmente hay signos externos como posición fetal, etc. Si el hermano esta en paz, déjelo, para que el Señor actúe.
2- Si el hermano está en quebranto, ore por él.
3- Si el descanso se produce en una persona de pie, tómela por los codos, (especialmente a la mujeres), sopórtela con su pecho y piernas, y deposítela en el piso, lo mas cómoda posible, tratando de evitar que se golpee, y acomodándole la ropa.
4- Para el caso de que este sentada, déjela en la silla.
5- No tome decisiones apresuradas, que puedan sacar al hermano/a de la gracia de Dios.
6- Si usted no es servidor/a no haga nada, involúcrese en lo que el Señor esta haciendo en usted. Siempre hay hermanos comisionados para esta tarea.
Conclusión. Estemos abiertos para acoger los dones de Dios y aceptemos la invitación de Dios a entrar en su descanso para reposar de los trabajos (Heb.4.10), sin esperar sólo el
descanso definitivo y celestial. También en su vida mortal, Jesús invitó a sus discípulos a un lugar retirado a descansar por un rato (Mc.6.30). Hoy también sigue haciéndolo con nosotros.

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